Mérida.— , y luego las lluvias que en las últimas semanas inundaron 40 de los 106 municipios de Yucatán, lo que dio como resultado a corto plazo la escasez de los productos del campo y el aumento de hasta 300% en los precios de frutas, legumbres y hortalizas.

“Siempre hemos enfrentado malas rachas, sequías y lluvias, pero esta vez nos pegó con todo, primero sin agua y luego con demasiada”, asegura Francisca Ek Baas, Panchita, quien desde hace 30 años trabaja en el Mercado Víctor Cervera Pacheco y vive de la venta de frutas, legumbres y hortalizas en este centro de abasto de Mérida.

Ella, conocedora de los vaivenes del negocio, advierte que este no será un año bueno para campesinos ni para comerciantes, y menos para los consumidores que “no encontrarán los productos o tendrán que pagar precios elevados para conseguirlos”.

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Chile habanero, en las nubes

El clima extremo entre marzo y mayo, con temperaturas de hasta 45 grados, provocó la pérdida de cosechas de maíz, frijol, frutas y una primera escalada en los precios de los productos.

Las lluvias de las últimas semanas complicaron aún más el panorama, con nuevas pérdidas para la agricultura de Yucatán.

Los productos con más problemas son limón, cilantro, rábano y chile habanero, esenciales en la gastronomía local, productos que registraron incrementos en sus precios que oscilan entre 200% y 300%, según reportan líderes agrícolas.

Hasta hace unos meses, los yucatecos podían comprar en los mercados de Mérida el chile habanero entre 25 y 35 pesos el kilogramo; el limón en 60 pesos; un atado de rabanitos a 25 pesos y un manojo de cilantro entre 10 y 20 pesos.

Ahora, el chile no se consigue por menos de 150 pesos el kilo, llegando algunos días hasta 350; el limón está en 120 pesos; entre 45 y 52 el atado de rabanitos y el manojo de cilantro se compra entre 40 y 60 pesos.

Los comerciantes dicen que ellos adquieren el rollo de cilantro en 500 pesos y la caja de limón entre 500 y 600 pesos.

El líder de los horticultores y citricultores del oriente de Yucatán, Luis Cámara Vales, señala que la gran cantidad de agua que cayó pudrió las hortalizas, lo que causó casi de manera inmediata un incremento en los precios en el mercado.

“Las inundaciones provocadas por las lluvias han generado pérdidas significativas en diversas zonas del estado. Primero fue la sequía, ahora los citricultores enfrentamos la destrucción de nuestras cosechas debido a las precipitaciones”, lamenta.

Juan Tec Solís, representante de los productores del municipio de Ixil, (en la zona poniente), dedicados al cultivo de cilantro, hierbabuena y de la emblemática cebollita de Ixil, afirma que la situación es crítica porque la mayoría de los sembradíos se perdieron: “Se encuentran bajo el agua, ahogados pues”.

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“No podemos dar más barato”

Panchita es viuda, de 62 años y viaja a diario de su natal Kanasín hacia Mérida para ofertar sus productos.

Vende cebollina, cilantro, rábano, hierbabuena, epazote y tortillas que hace a mano, pero desde hace más de una semana sus ventas han sido muy bajas.

“Vengo de Kanasín. Desde las cuatro de la mañana me levantó para llegar al tianguis a las seis y comenzar a vender, pero cuando llueve no puedo vender porque estoy a la entrada del tianguis debajo de un árbol, y peor ahora que el precio de las verduras y hierbas están por las nubes”, relata.

“No podemos dar más barato porque entonces perdemos lo poco que invertimos; todo está muy caro, los rollos de cilantro, hierbabuena y cebollina hasta 400 pesos, y el saco de rábanos, igual. Es muy difícil la situación... y si vamos a pedir apoyo al gobierno nos dicen que sí, pero luego ni nos toman en cuenta”, explica.

Panchita cuenta que debe trabajar todos los días para mantenerse y poder ayudar a sus cinco hijos cuando lo necesitan. Además, aún no se repone de una fractura en la rodilla, por la que, explica, pasó seis meses en cama.

“Ahora camino lento pero sigo vendiendo. De lunes a domingo vengo a vender porque como no he cumplido los 65 años no cuento con apoyo del gobierno y tampoco tengo pensión, por eso lo que vendo es para comer y los gastos de la casa”, dice.

Lejos de rendirse, Panchita asegura que seguirá con su negocio: “Esto es lo que sé hacer, no hay más”.

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Siembra de temporal

La distribución de la producción agrícola referente a superficie sembrada en Yucatán es 25% bajo el esquema de riego y 75% de temporal.

De tal manera que la mayoría de las siembras en Yucatán dependen de las condiciones del clima.

En Yucatán se cultiva el maíz blanco, pepino, limón, soya, calabaza/calabacita, aguacate, papaya, mandarina y chile habanero.

Entre las hortalizas de mayor siembra y consumo están cebollitas, cebollina, cilantro, hierbabuena, epazote, rábano y tomate.

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