Saltillo.— Brely de la Cruz Flores es una estudiante destacada, sabe inglés, es una mujer valiente y también tiene síndrome de down. Con 20 años, la joven le ha ganado la batalla a la exclusión: tras sufrir discriminación, y darle una larga batalla a quienes la rechazaron, hoy es estudiante de la licenciatura en Educación Preescolar.
El jueves pasado, su primer día como alumna de la Normal Experimental de San Juan de Sabinas, en la Cuenca Carbonífera de Coahuila, fue histórico. Vestida con su uniforme, Brely llegó con un amparo en la mano, que en lo legal refrenda su derecho a la educación.
La recepción fue alegre y llena del respaldo de sus compañeros, quienes en su salón de clases la esperaban. El único ausente fue el director de la normal, Gabriel Mares.
En mayo de 2019, Brely fue rechazada porque en el examen de admisión obtuvo 814 puntos de los 950 requeridos. Entonces su madre, Brenda Elizabeth Flores, intentó mediar para que consideraran que su hija tiene una discapacidad y que sus resultados no fueron del todo malos.
Al recibir esa respuesta, la madre de Brely acusó discriminación, le reviraron con un “no la discriminamos, no tenemos este programa de inclusión en el estado”.
Tras ello, Brenda tuvo que hacer diversas gestiones, ir a varias dependiencias, interponer quejas e incluso exponer su caso ante el gobernador del estado y el secretario de educación de Coahuila. Al llegar su expediente a las redes sociales por fin obtuvo apoyo.
Por orden del juez Tercero de Distrito en Piedras Negras, quien apeló al artículo Tercero Constitucional, que garantiza el derecho a la educación, el director de la Normal, Gabriel Mares “deberá de inmediato permitirle el ingreso a Brely a ese centro profesional educativo como alumna oyente”.