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Ayotzinapa, Tixtla.-
A Blanca Nava y Carmen Cruz Mendoza la unen varias cosas: el dolor, el coraje, la lucha pero, sobre todo, la ausencia de sus hijos.
Las dos buscan a sus hijos, Jorge Álvarez Nava y Jorge Anibal Cruz Mendoza , los normalistas de Ayotzinapa .
Jorge
y Jorge Anibal desaparecieron la noche del 26 de septiembre en Iguala, cuando policías municipales y presuntos sicarios los atacaron y se los llevaron. Desde ese día no saben nada de ellos.
El 27 de septiembre de 2014, Blanca Nava se paró en la puerta de la normal de Ayotzinapa esperando a que llegará su hijo, Jorge Álvarez Nava. Vio como llegó una camioneta llena de muchachos.
—"Vieron a mi hijo, se llama Jorge Álvarez", preguntó.
—"Sí lo vimos, es 'El Chabelo', a él se lo subieron a una patrulla", respondieron.
Desde ese día, dice, su vida se quedó estancada.
“Han pasado muchas cosas. Se murió mi abuela , han muerto sobrinos, tíos y yo ni en cuenta. Cuando se murió mi abuelita , estaba apunto de salir a Uruguay . No pude estar en su funeral . Por eso yo digo que desde ese día mi vida se paró”.
No sabe cómo ha resistido para pasar tanto tiempo sin ver a mi hijo. Cuando Jorge iba a la prepa, dice, apenas se empezaba a oscurecer y comenzaba a buscarlo.
Blanca
en estos cuatro años tiene una pregunta insistente y que le taladra su mente y su alma " ¿por qué le hizo eso a su hijo?".
“No solo a él le destrozaron la vida sino a todos. Les destrozó su libertad, su futuro, pero también destrozaron a toda su familia, porque hay abuelitos, hermanos, tíos, primos en casa que los están esperando”.
Los días de Blanca pasan divididos, entre la búsqueda de Jorge y estar atenta de sus otros tres hijos.
Estos mil 460 días , para Blanca han sido grises y otros oscuros. “Ya no hay alegría, nada es igual como cuándo lo teníamos . En el pueblo hay fiestas y ya no voy . Llega la Navidad , pero para mi ya no hay Navidad. Yo sé que tengo más hijos, a mis hijas, pero me falta Jorge . Porque así yo pueda tener 300 mil hijos, nadie va ocupar el lugar de Jorge , me falta porque yo lo necesito ”.
FOTO: Salvador Cisneros. EL UNIVERSAL
Para Carmen Cruz Mendoza , madre de Jorge Anibal Cruz Mendoza, estos cuatro años han sido una tortura. Se convierten en una tortura cuando ella come, cuando pasa frío, cuando pasa hambre, calor, sueño porque siempre sus pensamientos se remite a Jorge Anibal.
"¿Ya habrá comido?; ¿Tendrá hambre, frío? ¿Dormirá? ¿Estará enfermo?", preguntas que la han torturado muchas noches.
En este tiempo se ha conformado con sólo mirar fotos, recuerdos de Jorge Anibal, pero el dolor sigue intacto, como el primer día.
Carmen
mantiene la esperanza de encontrar a su hijo y de verlo, abrazarlo, besarlo, decirle que lo ama. Mientras no haya una prueba científica de que los jóvenes están muertos, dice, seguirá buscando a su hijo.
“Aunque siendo sincera, cuando escucho alguna noticia que encuentran fosas clandestinas con tantos cuerpos, o apenas que encontraron los tráilers con 300 cuerpos (en Jalisco ), me siento desesperada, siento que me da hasta tembladera deberás, porque la mente es así, uno se imagina muchas cosas, le pido a dios que no sea”.
Estos cuatro años no han sido nada fácil para Carmen , se ha enfermado por lo menos tres veces; hace dos años le dio una parálisis facial y ahora sus niveles de glucosa no son estables.
A Blanca y Carmen las ha unido también la fuerza, la valentía y sobre todo la dignidad para seguir buscando a sus hijos.
FOTO: Salvador Cisneros. EL UNIVERSAL
msl