Chichimilá.— Sheila tiene 19 años y padece artrogriposis congénita. Desde pequeña tuvo claras dos cosas: que esta enfermedad no se iría de su vida y que nada le impediría lograr sus metas. Actualmente estudia cuarto semestre en el Colegio de Bachilleres.

La artrogriposis se caracteriza por contracturas en las articulaciones, que afectan los músculos dorsales de manos y pies.

Sheila no puede caminar y se le dificulta mover los brazos.

“Siempre tiene que acompañarme alguien, mi mamá me lleva a la escuela y mis compañeras me regresan a casa. En ocasiones es un problema, porque nadie puede estar conmigo y debo esperar que algún familiar o amigos regresen por mí”, relata.

Sheila Mariela Tuz Nahuat quiere ser abogada y uno de sus principales pasatiempos es escuchar hip-hop y reggaetón. Ángela Nahuat, de origen maya, es madre de la joven; de su padre sabe poco.

La estudiante necesita una silla de ruedas electrónica, cuyo valor en el mercado oscila entre los 40 mil y 80 mil pesos. La silla con motor sería la oportunidad para tener una vida mejor, no necesitaría depender de nadie. Sin embargo, la falta de recursos parecía alejarla de esa ilusión.

Sheila pidió apoyo a la Universidad Modelo de Mérida, y a través del ingeniero David Palomo Torres, quien es coordinador de la carrera de Ingeniería Biomédica, se comprometieron a ayudarla.

Tres alumnos se involucraron en el proyecto. Después de conocer las necesidades de la joven, establecieron que diseñarían una silla electrónica capaz de ser controlada con una aplicación móvil, un mouse pad, o bien con una palanca multidireccional, con dos motores, llantas todoterreno, compartimento para transportar libros y un conector USB para cargar la batería del celular.

Los responsables del proyecto, Gabriel Cajiga, Esteban González e Itzia de los Ángeles Ortiz Paredes, cursan el séptimo semestre de Ingeniería en Biomédica y la silla que diseñaron resultó una proeza, destaca Palomo Torres, el ingeniero coordinador de dicho proyecto.

“La idea inicial era construir una silla de ruedas autónoma, adecuada a las necesidades de Sheila; inicialmente podía funcionar por un joystick, por trackpad o por bluetooth, pero de acuerdo con los requerimientos de Sheila decidimos que sea por un joystick”.

“La Universidad Modelo está súper comprometida para ayudar a todos. Si los alumnos tienen talento y los chicos quieren interactuar en el campo social y laboral, la mejor manera de aprender es atacar los problemas desde aquí adentro de la escuela”, dijo el coordinador.

Así, con las aportaciones de la Escuela Modelo y el apoyo de los alumnos de esa institución, Sheila recibió la silla eléctrica con llantas “todoterreno” para moverse sin problema en su comunidad, donde hay zonas con yerbas y piedras.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses