Más Información
Muna,Yucatán.- Para Paola Elizabeth Sosa Domínguez, de 42 años de edad, la construcción de una pequeña habitación de 4 metros por 4 metros que le construyó el gobierno de Yucatán en cooperación con la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) “nos sirve de mucho...” pues son 10 personas, entre ellas 5 menores de edad, los que habitan en su predio ubicado en la calle 10 por 25 de este municipio y que quedó totalmente inundado con las lluvias del huracán Delta.
La diminuta habitación sin baño, forma parte de las 17 mil acciones que ya se anunciaron para Yucatán en coordinación con el organismo de la vivienda a nivel federal y que pertenece a la SEDATU . Es parte del programa “Vivienda Social 2019”.
Paola Elizabeth es madre de tres hijos, dos de ellos casados y con hijos que viven en el mismo predio de su propiedad, junto con su esposo José con quien sostenía a su familia, pero ahora que la pandemia del Covid-19 provocó que mucha gente se quedara sin empleo, su esposo actualmente trabaja “de lo que sea.. desyerba, levanta albarradas (muros de piedra), siembra parcelas, lo que caiga, de que lo haya chamba”.
Ella también es agricultora, hasta antes del Covid-19 sembraban maíz, frijol, tomate, cilantro, rábano y naranja o limones y cobraba 150 pesos diarios, en otros casos, 130 pesos diarios, pero “nos servía para toda la familia, ahora ya ni eso hay, el maíz se perdió con las lluvias, las siembras de calabaza, todo”, comentó.
Dijo que el pequeño cuarto se lo construyó el gobierno del Estado y “los de México..” en 25 días y tuvieron muchos problemas; “Las ventanas estaban desajustadas, la puerta era muy grande, tuvieron que cambiarla, en fin, pasaron muchas cosas, pero siquiera ya lo terminaron”, comentó mientras mostraba la habitación que no tiene baño.
Las normas de la Federación y CONAVI no permiten construir una habitación y baño. “O es cuartito o es baño”, comentó y dijo que ella prefirió la habitación donde actualmente duermen 5 de las 10 personas que viven en la casa, ubicada en la salida del municipio de Muna hacia el de la población de Ticul, Yucatán.
“Aunque sea pequeño nos ayudó y estamos agradecidos porque cuando vino Delta (el huracán), nos inundó toda la casa, no teníamos ni donde estar”, relató.
La damnificada del huracán Delta , manifestó que antes de construirles la habitación los entrevistaron y vieron que la casa construida a base de láminas de cartón se inundó con las lluvias, no tenía baño y se le cayeron los techos.
Por eso –comentó- “nos ayudaron ellos se dieron cuenta que éramos muchos y necesitamos dónde estar”, afirmó.
En un tuit publicado el jueves en la cuenta del gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, se muestran los cuartos que fueron entregados a los yucatecos y las opiniones de los internautas no se hicieron esperar. Muchos comentarios hacían referencia al tamaño tan pequeño de la habitación, por lo que dejaron ver su indignación, ya que es un espacio denigrante para habitar.
La entrevistada comentó que en Muna se hicieron varios cuartos pequeños a las personas que sufrieron inundaciones.
“La mayoría son gente de campo, son personas que no tienen para construir un cuarto de bloques o mampostería, así que esos cuartitos ayudaron mucho”, declaró a EL UNIVERSAL.
Las habitaciones se entregan con dos ventanas y una puerta.
Al parecer el programa de Vivienda Social 2019 contempla construcciones rápidas, es decir, para gente que resultó afectada por algún percance y que no tiene prácticamente dónde estar.
Se trata de subsidios y por norma tiene que ser para familias de escasos recursos económicos y en el caso de Yucatán el gobierno local junto con CONAVI estará apoyando a familias de 6 municipios del Estado, afectados con el paso de las tormentas tropicales Amanda, Cristóbal, Gamma y finalmente el huracán Delta.
La señora Paola Elizabeth señaló que ese pequeño cuarto vino a proporcionarles –al menos por ahora- un espacio seguro para los 5 niños (nietos) que integran su familia de 10 miembros.
”Ahorita que sigue lloviendo y hay mal tiempo, los niños están en ese cuarto, están seguros porque ahí no se llueve”, terminó diciendo la mujer milpera.
apr/rcr
