La legendaria zona maya de Chichén Itzá recibió, como cada año, al Dios Kin ( El Sol ), y fue en su pirámide principal en donde Kukulcán descendió a través de los triángulos isósceles ante miles de visitantes que se dieron cita para ser testigos del fenómeno de luz y sombra.
El equinoccio solar, fenómeno arqueoastronómico, es el momento en que la tierra es iluminada por el sol de igual forma en el hemisferio norte y en el sur.
Al atardecer de los días 21 de marzo y 22 de septiembre, días del inicio de los equinoccios de primavera y otoño respectivamente, se observa en la escalera norte de la Pirámide de Kukulkán, una proyección solar, consistente en siete triángulos de luz invertidos, como resultado de la sombra que proyectan las nueve plataformas de ese edificio, lo que, al ponerse el sol, esto crea la apariencia de una serpiente que gradualmente baja por una de las escaleras hasta la cabeza , ubicada en la parte baja de la pirámide, hasta completar la emblemática serpiente emplumada.
El proceso desde su comienzo hasta su culminación, dura aproximadamente 45 minutos y este año no fue la excepción.
El patronato Cultur, que se encarga de administrar el parador turístico del lugar, calculó que asistieron al fenómeno de luz y sombra, alrededor de 18 mil personas entre turistas nacionales y extranjeros.
El fenómeno se observó esplendoroso ya que no aparecieron nubes ni amagos de lluvia y, previo al fenómeno natural, se organizaron bailables de parte de artistas vestidos de "guerreros mayas" que escenificaron el juego de pelota que hacían los mayas y posteriormente actuó la Orquesta Jaranera de Yucatán.
No se reportaron incidentes graves y fueron poco más de 800 elementos entre policías federales y estatales los que vigilaron el evento desde su inicio poco antes de las 15:00 horas.
Chichén Itzá es considerada como una de las siete maravillas del mundo moderno
. A temprana hora, al amanecer, poco antes de cinco de la mañana, también tuvo lugar el fenómeno de luz y sombra en la zona maya de Dzibichaltún , ubicada en la carretera Mérida-Progreso .
Ante poco más de mil 800 personas, los rayos solares atravesaron el castillo de las siete muñecas de esta pequeña, pero atractiva zona maya de Yucatán.
jabf