Tlaxcala, Tlax.- En la comunidad de , municipio de Ixtacuixtla, , un grupo de artesanos da vida a decenas de catrinas monumentales que se alzan como guardianas de la memoria histórica, como fue el apogeo de los periódicos y del papel.

Estas figuras, en la actualidad, no sólo representan la muerte dignificada del , sino también la resistencia de un oficio que sobrevive a la modernidad: la cartonería.

Esto, porque en los últimos años la elaboración de piezas de cartonería, desde alebrijes, muñecas, máscaras, piñatas y por supuesto, las catrinas, enfrentan la escasez de papel.

“Es parte principal de nuestro trabajo el periódico, el cartón, pero ya es más difícil conseguirlo, cada vez nos cuesta más conseguirlo”, expuso Polo Díaz, artesano de cartonería en Popocatla.

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Él junto con sus hermanos insisten en mantener vivo un oficio que les enseñó y heredó su padre ya fallecido, quien por necesidad económica tuvo que buscar un sustento económico para su familia y lo encontró en el papel periódico y cartón. Comenzó a recolectar los restos de papel, que para otros era basura, e hizo, en un principio, piñatas, luego innovó el negocio hasta crear cualquier figura, como las catrinas que hoy elaboran de tamaño monumental.

Estas figuras, en la actualidad representan la resistencia de un oficio que sobrevive a la modernidad.
Foto: Justino Miranda
Estas figuras, en la actualidad representan la resistencia de un oficio que sobrevive a la modernidad. Foto: Justino Miranda

La digitalización de las empresas informativas y la conciencia ambiental de reciclar para disminuir la contaminación son dos de las razones por las que la cartonería hoy enfrenta dificultades para producir.

“Nos comentan que ya muchos de los periódicos reciclan, vuelven a reciclar el que sobra. Otros nos dicen que ya no hay mucha venta de periódico por las redes sociales que han hecho que todo sea digital y es menos periódico el que se vende”, remarcó.

Esa es la crisis de papel que enfrenta la actividad artesanal de la cartonería; aún así, artesanos como don Polo resisten y, con dificultades, todavía son capaces de elaborar monumentales piezas.

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Este año, con cartón y papel periódico, dio forma a decenas de catrinas monumentales, piezas que casi alcanzan los cuatro metros de altura y que se convirtieron en la decoración de los espacios públicos más representativos de los municipios de Tlaxcala durante esta temporada de Día de Muertos y Todos los Santos.

“A veces sí nos sentimos orgullosos cuando la gente admira y se queda fascinada viendo las figuras. La catrina para nosotros representa el expresar el arte, toda nuestra creatividad en cada pieza que hacemos”, dijo.

Creada por el grabador José Guadalupe Posada, a inicios del siglo XX, la catrina sigue siendo motivo de inspiración para las generaciones contemporáneas de artistas y artesanos, pese a la escasez de papel y la digitalización de los medios impresos, la reducción en la producción de periódicos y la transformación del mercado del reciclaje han hecho que el papel, materia prima esencial para los artesanos, sea cada vez más difícil de conseguir y más costoso.

Las catrinas que construye don Polo han viajado a Monterrey, Tijuana, Puebla, Cancún, donde son el ornamento de las principales zonas turísticas de esas entidades.

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“Así es como nosotros, como artesanos, hemos hecho figuras que las llevan a otros lados y la gente pregunta: ‘¿dónde está la localidad?’, pues está en Popocatla, en Ixtacuixtla, Tlaxcala. Entonces, ponemos en alto el nombre de Tlaxcala”, subrayó.

Las catrinas monumentales de Popocatla pueden medir hasta 4 metros de altura y los artesanos tardan semanas en construirlas. Era agosto, y en el taller de don Polo ya empezaba el ; cada año el lugar se convierte en un hervidero de creatividad. Hombres, mujeres y jóvenes colaboran en un proceso que combina arte, tradición y reciclaje.

En Popocatla, incluso los residuos de papel recolectados en escuelas y oficinas locales encuentran una segunda vida como parte de una catrina o una calavera risueña.
Foto: Justino Miranda
En Popocatla, incluso los residuos de papel recolectados en escuelas y oficinas locales encuentran una segunda vida como parte de una catrina o una calavera risueña. Foto: Justino Miranda

Su esqueleto de carrizo y alambre sostiene vestidos elaborados con papel reciclado endurecido con engrudo, pintado y decorado a mano, así son las catrinas monumentales, y junto a ellas decenas de catrinas más pequeñas, adornadas con flores secas y colores vibrantes, esperan su turno para ser vendidas o exhibidas en altares y plazas públicas.

Las manos de estos artesanos tlaxcaltecas moldean el papel y dan forma a un legado cultural que ha sabido resistir los cambios de los tiempos.

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En Popocatla, incluso los residuos de papel recolectados en escuelas y oficinas locales encuentran una segunda vida como parte de una catrina o una calavera risueña.

Y a finales de octubre y en los primeros días de noviembre, entre velas, pan de muerto y flor de cempasúchil, las catrinas de Popocatla, Tlaxcala, le sonríen a la muerte y le recuerdan a los vivos que, aunque cambie el mundo, hay tradiciones que nunca mueren.

“Si usted desea una figura, aquí se la hacen”

La creatividad, habilidad, y también la necesidad económica de los artesanos de Popocatla, Tlaxcala, es enorme, que son capaces de realizar cualquier figura que la mente humana pueda imaginar.

No solo elaboran catrinas, también hacen piñatas, alebrijes, personajes de película y tendencia de todos los tamaños, desde el más pequeño que algunos usan como adornos de mesa, hasta los de gran tamaño que alcanzan o superan los cuatro metros.

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En el taller de don Polo destaca un enorme gorila hecho de puro papel periódico y cartón, similar al de la película de King Kong. También hay grandes alebrijes, y hasta una capilla donde veneran imágenes católicas.

“Si usted desea una figura, aquí se la hacen”, soltó sin ninguna duda la presidente de comunidad de Popocatla, Miriam Rojas.

En entrevista ensalzó la tradición artesanal de esta localidad con la cartonería, pero a la vez lamentó la falta de difusión para que la ciudadanía conozca este lugar como parte de las economías creativas.

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“Somos una comunidad pequeña, si es cierto, pero si nos falta un poco más de difusión de lo que realmente aquí se elabora porque no solamente se elaboran por temporadas las cosas que van surgiendo. Ahorita en octubre, noviembre, que piden mucho las catrinas, sino que en todo el año ellos elaboran piñata de cualquier personaje”, comentó.

Por tanto, acentuó que las catrinas de Popocatla no son simples adornos de Día de Muertos, sino símbolos vivos de la identidad de todo un pueblo.

Y cada catrina que sale de Popocatla es un manifiesto silencioso contra la desaparición de los oficios antiguos, porque mientras haya quien moldee el papel y pinte la muerte con alegría, el espíritu de la cartonería seguirá latiendo, frágil pero invencible.

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dmrr/cr

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