Juchitán.— Unos 400 migrantes llegaron ayer al municipio istmeño de Santiago Niltepec tras haber caminado por cinco horas sobre la carretera Panamericana 190.
Por primera vez desde que comenzó el éxodo masivo de migrantes de más de 100 países en 2022, una autoridad de este municipio, representada por el alcalde Shen-yu Chiu Meza, arropó a los migrantes y les ofreció agua, área de descanso y servicios sanitarios.
Incluida en la ruta migratoria del Istmo de Tehuantepec, la localidad de Niltepec ha recibido en lo que va de este 2025 a unas cuatro pequeñas caravanas de entre 200 y 400 migrantes. “Tenemos empatía con ellos porque Oaxaca tiene a sus propios migrantes que sufren en tierras lejanas”, comentó el edil.
Hasta el campo de beisbol, donde fueron alojados los migrantes, llegaron integrantes de la asociación Médicos Sin Frontera (MSF) que permanentemente salen al encuentro de las caravanas para brindarles atención médica básica.
Compuesta por unos 200 hombres adultos, 150 mujeres y 70 menores de edad, la mayoría enfermos de males respiratorios y gastrointestinales, así como llagas en los pies, recibieron medicinas que proporcionó la brigada de MSF.
Los migrantes saben que la situación en Estados Unidos es sumamente difícil por las deportaciones que ordenó el presidente Donald Trump, pero algunos de ellos expresan sus deseos de llegar, otros confiesan que quieren quedarse en México y buscar un empleo. Nadie quiere regresar al país de donde salieron por las amenazas de muerte o secuestro de las bandas, por la persecución política que sufren o porque la vida es imposible por falta de empleos y su economía quebrada.
Las autoridades municipales de Niltepec pidieron a los migrantes que descansen un par de días más porque, de acuerdo con la Coordinación Estatal de Protección Civil, esta semana el termómetro alcanzará los 35 grados.
Las personas en movilidad acudieron a la sede de la asociación Banco de Alimentos del Istmo, dirigida por Geonatan Jacinto Lorenzo, donde se les proporcionó una mochila con agua y despensas.
El hondureño Geyson Arista agradeció la ayuda recibida y confesó que, tras haber sido deportado en cuatro intentos por ingresar a EU, ahora buscará llegar a Monterrey y conseguir un empleo.