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Ginebra, Suiza.— Entre 4 mil y 5 mil integrantes de las caravanas de migrantes que intentan llegar desde Centroamérica a Estados Unidos están detenidos en Chiapas, muchos de ellos en malas condiciones, denunciaron ONG mexicanas de derechos humanos en Ginebra, Suiza.
En la actual “tercera oleada” de caravanas —tras las de octubre y enero pasados— “ha habido una reacción del Estado [mexicano] muy violenta que no esperábamos con este gobierno”, señaló Salva Lacruz, coordinador de la ONG chiapaneca Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova.
La activista indicó que las autoridades migratorias, junto con grupos de seguridad y la Policía Federal “están empleando formas muy violentas de disuasión”, como se comprobó este martes cuando más de 300 personas fueron detenidas en una redada en la carretera de la costa de Chiapas, una de las principales rutas de estas caravanas.
“Además, el gobierno de México concentra a las personas en determinados puntos para impedirles continuar y se crean especies de campos de refugiados, aunque no sean reconocidos como tales y donde las condiciones humanitarias son deplorables. En los centros de detención, bajo un disfraz humanitario, la situación es completamente miserable, sin higiene ni suficiente comida”, añadió la coordinadora de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos, Olga Arnáiz.
En tanto, el director del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá, Eric Estrada, informó que más de 2 mil 300 migrantes se encuentran en tres distintos puntos sometidos a un proceso de verificación, tras el cual saldrán ordenadamente del país.
El arribo incesante de migrantes llevó a Panamá y Costa Rica a aplicar de manera conjunta un programa llamado “flujo controlado”, que es un proceso de verificación sanitaria y también biométrico, para comparar información con bases de datos de Estados Unidos y otros países, a fin de tener un perfil de estas personas y determinar si generan o no una alerta migratoria.