Monterrey.— El lugar donde ayer encontraron una credencial de la joven Debanhi Escobar fue cateado dos días antes del hallazgo de su cuerpo, porque las mujeres que dijeron ser sus amigas —Ivonne “N” y Saraí “N”— refirieron ese domicilio en sus declaraciones ante la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León.
En una ficha informativa, la dependencia señaló ese 19 de abril que en el condominio lateral número 18 planta baja, de la Unidad Habitacional Condominios Constitución, en el centro de Monterrey, habían realizado un cateo para localizar “objetos personales relacionados con la investigación” sin dar a conocer lo que habían encontrado.
Sin embargo, la mañana de ayer fue hallada una credencial del servicio médico del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) a nombre de Debanhi, la cual estaba tirada en una jardinera.
Por la tarde, Mario Escobar, padre de la joven, informó que la identificación la había perdido su hija hace dos meses, pero agregó que en el cateo que había realizado la fiscalía el 19 de abril se encontró la credencial para votar de su hija.
Actuaciones sin explicación como ésta han sembrado más dudas de lo que le ocurrió a la joven de 18 años aquella noche del 8 y madrugada del 9 de abril cuando, luego de acudir a una fiesta con Ivonne y Saraí, fue reportada como desaparecida y 13 días después su cuerpo fue hallado en el motel Nueva Castilla, lugar cercano a donde Debanhi había estado de fiesta.
Cabos sueltos
Desde la desaparición de Deba-nhi algunas situaciones quedan en el aire sin explicación por parte de las autoridades.
Días después del reporte de desaparición, el gobierno estatal creó un grupo especial, pero eran elementos sin capacitación en el tema que más bien se dedicaban a brindar seguridad, a veces en número similar o mayor al de los participantes en la búsqueda.
Por momentos, parecía que era la familia de Debanhi la que trazaba las estrategias y decidía los lugares a donde irían a buscar, con base en información que les mandaba la ciudadanía y hasta por lo que señaló una vidente.
Durante la búsqueda de la joven el personal del motel Nueva Castilla indicó que no contaban con el equipo para guardar los videos de las cámaras de seguridad, pues sólo eran de monitoreo. Sin embargo, la fiscalía los aseguró y se percató de que sí guardan archivos en los que se ve a la joven entrar al motel corriendo, asomarse al restaurante del mismo y luego caminar alrededor de esa zona.
Dentro del motel se realizaron labores de búsqueda que incluyeron binomios caninos y drones en cuatro ocasiones, y fue hasta la quinta vez en que presuntamente fue hallado el cuerpo.
Diariamente la familia de Debanhi y voluntarios se reunían a la sombra de un árbol que se localiza por la calle que colinda al norte del motel Nueva Castilla, a unos 25 o 30 metros de donde fue hallado su cuerpo el pasado 21 de abril.
Ese día, los trabajadores del establecimiento reportaron olores fétidos, por lo que personal de la fiscalía hizo a Mario Escobar subir a una camioneta porque le iban a dar “información”, y cuando lo regresaron al sitio le dieron a conocer que habían encontrado “un cuerpo”, que resultó ser el de su hija. Otros voluntarios denunciaron que también a ellos los movieron para que fueran a buscar a Debanhi en otra parte.
Desde entonces Mario Escobar ha mantenido la hipótesis de que su hija fue asesinada y que su cuerpo había sido sembrado en la cisterna del motel, y anunció que este viernes podría dar a conocer lo que se encontró en la autopsia independiente que solicitó.
En conferencia el 2 de mayo, la fiscal Griselda Núñez Espinoza sostuvo que no está documentado en la carpeta de investigación que durante las inspecciones se haya revisado la zona de la cisterna, pues los empleados del motel no hicieron referencia a la existencia de la misma ni de que estuviera en desuso.
Sobre la explicación de por qué los caninos no detectaron el cuerpo, argumentó que trabajan en equipo con la persona que los guía, razón por la que son investigados por posibles omisiones.
De acuerdo con la necropsia realizada por la fiscalía, no se realizaron pruebas para acreditar si Debanhi fue abusada sexualmente y, según la propia fiscal, se realizarán pruebas de toxicología en uñas y cabello, porque no es posible hacer estudios de sangre debido al avanzado estado de descomposición del cuerpo.
La fiscal tampoco ha precisado si las lesiones que presentaba la joven coinciden o no con la estructura de la cisterna o si pudieron ser provocadas.