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Ciudad Juárez.— Al menos 150 familias de la comunidad de Santa Anita, Guachochi, abandonaron sus viviendas y tierras luego del enfrentamiento que dejó una persona decapitada y la iglesia completamente baleada.
Enrique Urzúa, padre de la Catedral de Guachochi y encargado de la capilla de Santa Anita, narró en entrevista con EL UNIVERSAL que tras la balacera, los habitantes que tienen vehículos se trasladaron el martes pasado hasta la cabecera municipal para resguardarse. Sin embargo, la población indígena está escondida en sus viviendas por miedo a ser víctimas de algún enfrentamiento.
Además, explicó que no es sólo Santa Anita la región desolada de Guachochi, también El Rosado y Nacachi: “Es un ambiente desolador, después de los hechos que ocurrieron en la comunidad, está muy sola, los animales abandonados, la población indígena a la expectativa de qué pueda pasar, sin tiendas para comprar productos de primera necesidad o víveres y es lo que más me preocupa. Todos están aquí en la cabecera municipal, no hay nadie allá”, refiere el sacerdote.
De acuerdo con lo que explica, en la zona donde ocurrió el enfrentamiento el lunes pasado habitan cerca de 50 familias mestizas y de 100 a 120 familias indígenas. También detalló que en esa región la violencia y enfrentamientos entre grupos del crimen organizado es común y cada vez son más peligrosos, lo que ocasiona el desplazamiento forzado de los habitantes.
“Es la primera vez que llegan a la iglesia, pero no es la primera vez que sucede en esta comunidad y en las demás localidades aledañas. Las demás comunidades de los alrededores, todas están con miedo, temor, ha habido situaciones muy lamentables, hasta violaciones y muchas otras cosas”, explica.
Ante ello, asegura que las comunidades están viviendo la violencia criminal, no sólo la del lunes pasado, sino de meses y años, debido a la presencia continua de los grupos armados.
En cuanto a la iglesia, de momento se desconoce si será restaurada o si la volverán a utilizar quienes aún habitan en esa zona.
El sacerdote de Guachochi pidió que la presencia de las autoridades sea permanente para así garantizar la seguridad a quienes ahí habitan, ya que durante el martes pasado, cuando ya se había dado a conocer el enfrentamiento, no había ni una sola unidad de seguridad vigilando la zona o las carreteras.
“Tomen su papel las autoridades tanto estatales como federales, necesitamos presencia permanente del Estado. Sé que no es un pueblo tan grande, no es una ciudad y a lo mejor por eso no nos ponen tanta atención, porque son comunidades de gente muy sencilla, pero que merece vivir en paz en su casa, en su tierra, sin ser desplazados”.
Disputa entre grupos criminales, móvil del enfrentamiento: fiscalía estatal
El fiscal del estado, César Jáuregui Moreno, informó que el enfrentamiento registrado en Santa Anita se debió a una disputa entre líderes criminales como El Chapo Calín y Los Reyes.
De acuerdo con lo que explica, se dio primero una persecución y durante ésta, los grupos de criminales entran a la iglesia, que ese día se encontraba sola.
“Agarran a una de las personas esas, lo asesinan y los otros logran escapar. No tengo exactamente [identificados] quiénes son los persecutores y quiénes eran los perseguidos”, añadió.
De acuerdo con datos oficiales, Melquiades Díaz Meza, alias El 13 o El Chapo Calín, es uno de los objetivos prioritarios de la Fiscalía General del Estado (FGE), ya había estado detenido y fue liberado en diciembre de 2021; actualmente cuenta con una orden de aprehensión en su contra, además de ser uno de los generadores de violencia en la zona.
Hasta ayer miércoles, las autoridades en Chihuahua aseguraban que se mantienen los operativos conjuntos entre los tres órdenes de gobierno.