Más Información
Fue cuestión de meses para que Yahritza y su Escencia perdiera la fama que en tan poco tiempo habían obtenido, pues a pesar de que el público mexicano los recibió con los brazos abiertos, esa aceptación se convirtió en desaprobación, luego de que sus integrantes hicieran comentarios desacertados de la comida y la vida cotidiana de nuestro país; lo que le costó a la banda la pérdida de miles de seguidores en sus redes, pero ahora, a pocos días de que iniciara el año, demuestran que su economía no se ha visto tan afectada, pues acaban de obsequiarle una camioneta último modelo a su madre y padre.
Hace dos años, Yahritza, Jairo y Armando, alías "Mando", vivían una vida común y corriente, asistían a la escuela A.C. Davis en Yakima, una ciudad ubicada en el centro de Washington y, en su tiempo libre, acompañaban a su padre al campo a recolectar peras, cerezas y manzanas, quien se dedica a la recolección de frutos y a la agricultura, desde que dejaron su natal Michoacán en búsqueda del sueño americano.
Pero, a la par que crecían como una familia convencional, los jóvenes dedicaban su tiempo libre a aprender a tocar instrumentos, pues crearon una agrupación como la que un día su padre tuvo con sus hermanos y de la que, Mando, el hermano mayor, llegó a ser parte cuando tenía sólo 10 años, encargándose de tocar el teclado.
Lee también: Carín León sale en defensa de Yahritza y su esencia: "El que esté libre de pecado que tire la primera piedra"
Fue así que Yahritza aprendió a cantar, tocar la guitarra y componer su primera canción a los 13 años, mientras que Jairo renunció a sus expectativas de dominar la guitarra, por lo mucho que se le dificultaba, y optó por tocar el "bajoloche" o bajo acústico, mientras que Mando se encargó de dominar la guitarra de 12 cuerdas.
A su vez, Adriana -la mayor de todos-, tomó el papel de la representante de la agrupación que, al poco tiempo de compartir breves TikToks donde cantaban algunos coverse, se volvió viral y fue contactada por Ramón Ruiz, director de Lumbre Music, con quien firmaron su contrato para el lanzamiento de "Obsesionado" su álbum debut.
Así, a sólo medio año de haber aprendido a tocar sus instrumentos, Yahritza, Jairo y Armando se hicieron acreedores de miles de seguidores en sus redes, sin embargo, la buena racha que vivieron desde el primer momento se detuvo de golpe, cuando en agosto del 2023, se hizo viral una entrevista en donde los jóvenes declaraban que preferían la comida mexicana que se preparaba en Washington, que la que habían probado en nuestro país, lo que generó la molestia de sus seguidores mexicanos.
Otro de los comentarios que realizaron fue que el tráfico y el ruido de las mañanas de nuestro país no les agradaba.
Lee también: Yahritza y su Esencia rompen el silencio tras ser abucheados por el público mexicano: "lo dejamos en manos de Dios"
A partir de ahí, su lista de seguidores fue descendiendo y las criticas y señalamientos fueron a la alza, a pesar de que no tardaron mucho en disculparse públicamente con nuestro país, en el que ofrecieron un concierto, que logró sold out, el pasado septiembre.
Y aunque la banda sigue lanzando música, en colaboración de grandes figuras como Grupo Frontera e Iván Cornejo, ahora se mantienen en un perfil mucho más bajo que cuando se dieron a conocer a través de las redes sociales, en 2022.
Sin embargo, este fin de semana, llamó la atención una de las más recientes publicaciones que los tres compartieron en su respectivo perfil, pues subieron una fotografía donde aparecen su madre y padre frente a una camioneta que les acaban de regalar, en la que expresaron que se trata de uno de los muchos objetivos desbloqueados que tienen en puerta, pues tal parece que era un obsequio que desde hacía tiempo habían prometido a sus progenitores.
A pesar de que ya no cuentan con el apoyo del público como lo hacían en el pasado, en sus redes pueden leerse muchos comentarios positivos en donde las y los internautas aplauden la acción que tuvieron con su madre y padre, a quienes siempre han señalado como su mayor fuente de inspiración.
melc