A Mauricio Mancera le caía arena en los ojos. Era porque el camión destartalado en donde viajaba no tenía techo, pero eso era mínimo. Tampoco importaba que había que dormir en la calle: todo valía la pena al ver a través de las las sucias ventanas del vehículo a un conjunto de jirafas corriendo junto a él.
Para el conductor esa debería ser la misión de vida de los seres humanos, nada se compara con la experiencia de viajar. Incluso en soledad, lo cual él ha hecho la mayoría de las veces, pues lo considera casi terapéutico.
“A mí me gusta agarrar la mochila, agarrar un boleto de ida y cuando se acabe el dinero compramos el de regreso ”, dice Mauricio Mancera a EL UNIVERSAL.
La familia del actor y conductor le inculcó el amor por los viajes. Desde que tiene memoria sus padres hacían un largo recorrido al año y varios cortos. Ahora, de adulto, él se regala la posibilidad de seguir descubriendo el mundo, de poder llenarse de historias y de lugares cuando no hace proyectos como "Mi querida Herencia" o "Miembros al Aire" .
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“Me urge agarrar el pasaporte”
, dice, pues la pandemia lo agarró justo cuando tenía un viaje destinado a Tailandia y Japón . Lo bueno es que antes pudo conocer Vietnam, pero para un viajero constante la pandemia fue lo peor que le pudo pasar.
“De Asia lo único que he conocido es Vietnam, sólo conocía la India y regresando armé mi viaje a Tailandia y a Japón, y pues bueno, nos cayó el bicho y no veíamos venir todas las consecuencias, pero quiero retomar ese viaje, ir a Noruega, Suiza, Islandia”.
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El conductor normalmente viaja solo, porque dice que es la mejor forma de conocerte a uno sí mismo. “Cuando te conoces a través de diferentes culturas, no sólo estás aprendiendo la cultura que visitas, sino que acabas aprendiendo muchísimo de ti estando solo”.
Cuenta que a veces llega a un lugar de hospedaje y allí coincide con más gente que, al día siguiente tiene un viaje planeado y muchas veces se suma a ellos. Tras conocer Perú, Colombia, Venezuela y otros lugares, Mauricio dice que sí hay un viaje que lo marcó profundamente, y él mismo habla de cuál.
“El irme de mochilero por África , ya no el ir a África, donde viví, eso fue un parteaguas. Ahí no estuve viajando tanto, pero cuando me eché de mochilero por África, que estuve en un camión por tres días, me tocó dormir en la calle, el camión en el que viajaba no tenía techo, te caía toda la arena mientras iba el camión en movimiento, pero veías a la ventana y veías jirafas corriendo en la carretera, cosas que jamás imaginé porque ni siquiera sabía que eso existía, ese ha sido uno de mis viajes que más añoro y que recuerdo con más cariño, pero la verdad siempre que voy de viaje lo disfruto”.
Mancera fue misionero en Mozambique hace tiempo, en un periodo en el que dejó de lado su trabajo en pantalla. Las experiencias allá fueron valiosas pero duras, incluso, alguna vez contó a Venga la Alegría que él había pasado el casting para este matutino, pero decidió renunciar para irse a Mozambique . Hasta el productor le dijo que no era la mejor decisión que podía tomar, pero él se fue.
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Allá enfrentó fobias como la que tenía a las ratas, pero tuvo que irse del país porque su pasaporte era sólo para una entrada y él tenía dos, y le advirtieron que podía ir a prisión. Con todas estas experiencias, Mancera dice que él siempre ha decidido disfrutar y aprender de ellos.
“Tú tienes la decisión de levantarte y quejarte o de levantarte y pasarla bien. El mismo trabajo te cuesta estar de malas que estar de buenas”.
nrv