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Un pequeño troll de cabello verde ayudó a la productora Gina Shay a superar un problema familiar de su infancia. La animadora recuerda que durante su niñez, en los años 70, este singular juguete la acompañó, como a muchos niños, en aventuras mágicas y esperanzadoras.
“Me alejé de mis abuelos cuando era muy joven y fue traumático para mí, pero tenía este pequeño troll que se parecía a una abuelita y me ayudó mucho. Solía jugar con ella en la alfombra y cepillar su pelo largo. Siento que hay muchas experiencias colectivas de la gente que creció en los años 70 y 80 que tienen que ver con los trolls”, dice Shay en entrevista.
El muñeco troll fue creado por un leñador en 1959 y fueron los juguetes más populares en los años 60. Con su pelo de colores y sus caras sonrientes, tenían fama de traer buena suerte a sus dueños.
Por eso la productora, junto al director Walt Dohrn, decidió dar vida animada y expandir la historia de estas criaturas en la saga de Trolls, que con su estreno Trolls 3: Todos juntos, se convierte en apenas la quinta trilogía del estudio DreamWorks (además de Shrek, Kung Fu Panda, Madagascar y Cómo entrenar a tu dragón).
“Queremos hacer una historia del árbol genealógico”, señala Dohrn. “Tenemos una cantidad interminable de historias, lugares y personajes a los que este universo te puede llevar, así que es realmente un honor y una alegría tener una tercera parte” completa el director.
La cinta tiene como propósito hablar de las relaciones familiares, de las dificultades de formar parte de una familia y de la importancia de fortalecer lazos.
“Pasamos mucho tiempo con nuestras familias durante la pandemia y desarrollamos la historia en su mayor parte durante ella, así que descubrimos que es muy importante expresar los sentimientos el uno al otro”, señala la productora.
La relación entre los protagonistas Poppy y Branch (Ramón) evoluciona en esta nueva entrega y deja ver las implicaciones de decidirse a dar un siguiente paso. A la par, el hermano de uno de ellos aparecerá para tratar de resolver asuntos pendientes.
“Lo lindo es que hemos visto evolucionar su relación y cómo se resuelven, es como si empezaras a crear tu propia familia y el ejemplo de ellos deja ver cuáles son esas dinámicas y cómo se hace una pareja”, explica Walt Dohrn, quien además hace la voz de Smidge.
“Creo que en el pasado, tal vez cuando éramos más jóvenes, pudimos haber creado ciertas dinámicas con nuestros hermanos y cuando ya somos mayores siguen ahí, pero es algo en lo que tenemos que trabajar para tener relaciones mejores y alegres con nuestras familias y creo que esta película aborda eso, y que tu familia es insustituible”, agrega Gina Shay.
Para todas las generaciones
Han pasado siete años desde que la primera película de Trolls apareció en México, contando con las voces, en su versión doblada al español, de artistas como Belinda, Jorge Ortiz de Pinedo, Daniela Luján y Aleks Syntek. Hoy, los creativos son conscientes de este paso del tiempo, por lo que no sólo piensan en aquellos que encuentran en estos personajes a sus memorias de la infancia, sino que a la hora de crear también consideran a niños de nuevas generaciones.
“Nuestra audiencia más joven ha crecido con la franquicia, pero seguimos aprovechando las experiencias, por ejemplo con nuestros hijos, que eran jóvenes cuando salió la primera película de Trolls y ahora son adolescentes”, argumenta Walt.
“Creo que el público sentirá esa autenticidad en la película, que está creciendo y los fanáticos están creciendo con los personajes. Es una película que habla de muchas edades”.
La música será otro de los factores que dejará ver la diversidad de edades a las que los readores de la cinta quieren llegar; argumentan que los temas que dan sonido a cada escena son considerados casi un personaje dentro de la trama.
Para esta tercera parte, además de prestar su voz a Ramón, Justin Timberlake musicaliza el filme animado con “Can’t stop the feeling”, cuyo tema acompañará en el filme a los de otros artistas como Camila Cabello, Kid Cudi y Troye Sivan.
Anna Kendrick vuelve a dar voz a Poppy.
“La música es parte esencial para contar la historia de una manera musical no tradicional; es ver cómo se expresan los personajes. En la última película la música fue utilizada como arma, ahora la usamos para la armonía familiar en un nivel cultural global, por eso nos enfocamos en la música pop a lo largo de las décadas de los 70, 80, 90, 2000 y ahora”, finaliza Walt.
