A su llegada a México, Tom Cruise también aparece en las alturas, pero no pilotando un helicóptero, como lo hizo en el estreno mundial hace unos días en San Diego, sino por las escaleras eléctricas del último piso de un centro ubicado en Toreo en el Estado de México.
Vestido con un traje negro, se le nota sereno; saluda desde lejos a los fans que ya lo esperaban desde las seis de la mañana.
“Renuncié a mi trabajo para conocerlos a todos”, se lee en una cartulina blanca que extiende una fan.
También lee: Bad Bunny estrena el disco "más feliz" de su carrera
Cruise, con lentes oscuros, es el primero en entrar a la alfombra roja de la premier de Top Gun: Maverick, secuela de la cinta que lo catapultó a la fama en 1986, a sus 24 años.
“Estoy feliz de regresar a México porque amo su cultura, su idioma, su gente”, expresa Tom sin dejar de sonreír.
Lo esperan fans que aguardan hasta que se acerca a tomarse fotografías con ellos.
Con sana distancia y amablemente, ofrece selfies: “turn on your camera!”, grita a lo lejos, para que sus seguidores puedan obtener una foto sin que él se acerque demasiado.
La razón, según explica su equipo de medios, es que actualmente está grabando otra película, por lo que no quiere ponerse en riesgo de contagio de Covid-19.
Pero no es la única precaución que el actor guarda, pues ante la pregunta de si ya había probado el tequila y el mezcal, dice que, aunque le encanta, prefiere no hacerlo por disciplina al filmar: “Cuando estreno estoy enfocado”, asegura.
Vuelta a la academia
En la ficción, su personaje como Maverick regresa después de 30 años a la academia de pilotos de la marina y se reencuentra con viejos amigos (como Val Kilmer) y se vuelve instructor de una nueva generación de pilotos, entre los que se encuentran Miles Teller, Danny Ramirez y Monica Barbaro.
“Te amo, Ciudad de México”, grita Miles, quien ha destacado con sus participaciones en películas como Los cuatro fantásticos y Divergente.
Mientras Miles se detuvo a tomarse fotos de cerca con los fans e incluso a grabarles videos, Jennifer Connelly, quien coprotagoniza con Tom, tuvo más precaución con la distancia.
Al final, Cruise debe de lidiar con la cercanía, pues ante una tormenta de lluvia que inunda la plaza ubicada en las proximidades del norte de la capital, tiene que buscar por dónde salir, perseguido en repetidas ocasiones por varios fans. Un desafío de acción que seguramente no lo intimidó, como volar un avión de guerra modelo F-18.
“Hacer películas siempre es un reto, la edad no es un impedimento físico”, expresa Tom.