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Los tres finalistas de MasterChef México, además de haber ganado la atención de millones de personas a través del programa, se ganaron la responsabilidad de hacer la cena de Navidad en casa.
Honorina Arroyo, ganadora de la edición 2017 del programa de TV Azteca, dice que ella, casi siempre, es la encargada de los alimentos de que se consumen a media noche entre la Noche Buena y la Navidad.
“Ahí nosotros acostumbramos que, si va usted a mi casa, yo me hago cargo de toda la comida, ahí nadie dice que quién trae ni nada. Así estamos acostumbrandos allá, son tradiciones. Si usted me invita a usted le toca”, comentó la ganadora.
Es así que la tlaxcalteca ya se prepara para la cena de navideña que departirá en su pueblo, rodeada de su familia, la cual consistirá en uno de los platillos tradicionales de su región natal.
“El pavo es lo que tradicionalmente preparamos, pero es pavo al vapor, pavo blanco y ese pavo va relleno de carne molida de res y puerco. Ponche, ensalada, colación, de todo un poco”, explicó la cocinera de 56 años.
Este menú es uno de los muchos que cambian conforme al estado del país en el que se encuentre uno. En el caso de Pastor Pérez, también finalista de MasterChef, los ingredientes que abundan en la mesa navideña son muy locales.
“En mi caso, en muchas partes de México la cena es diferente. El tamalito es fundamental, el atole de cajeta, el champurrado, el lechón nos gusta mucho. En el rancho nos gusta mucho hacer cabrito al carbón y su costillar acompañando, y su mezcalito, en lugar de un buen vino”, explicó.
En el caso de de Cyntia, quien es oriunda de Xalapa Veracruz, el menú consiste en la tradición familiar. “En mi casa el bacalao es de cajón, la pierna mechada, la pasta, una ensalda”, expresó.
Los tres ya tienen técnica para la cuestión de emplatar los alimentos, de servilos en el plato de tal forma que sea atractivo para la vista, para el estómago y para el corazón.
Y es que los tres coinciden en que además de entrarle al fogón para departir la comida, es momento de reunirse en la calidez de la familia.
Dicen que los dichos de nuestros abuelos son como pequeños evangelios y hay uno que dice que, entre muchos, hasta el matrimonio no es pesado. Allá lo hacemos así, con mis tíos, allá cada quien lleva.
“Buscamos que todo sea compartido y en familia, pero lo principal es platicar sobre los éxitos, los nuevos proyectos del próximo año. En el rancho lo que nunca falta es la guitarra y la bohemia después de la cena de Navidad”, describió Pastor.
El zacatecano, junto a sus compañeras de competencia, expresaron que de la Navidad lo mejor son los momentos en familia, el resumen del año y, por su puesto, el ponche. Entre las recetas, destaca una con un elemento sorpresa: el mezcal