Para la española Mercedes Salazar el racismo es un mal que todavía no se erradica. La actriz lo ha visto de cerca con su papel de Inés López en la serie de Netflix "La reina de Indias y el conquistador".
En la serie, que ocupa el lugar número nueve de los más vistos en Netflix, se cuenta la historia de Pedro Heredia, quien es cuñado de Inés y fundador de la Ciudad de Cartagena, por lo que aborda temas como el racismo de 1533, problema que hoy todavía es una realidad.
"Lamentable y tristemente tengo que aceptar que el racismo al día de hoy existe y el tono de piel con el que naces va a marcar tu vida", reconoció la actriz en entrevista.
"Para mí no debería de haber fronteras, pero sí que la realidad nos distingue, y eso es como una primera apreciación, cuando uno viaja, cuando uno va a hacer una documentación, esto es así, y hoy que están todas estas movilizaciones ocurriendo en Estados Unidos, pareciera que no se ha avanzado nada en cuestión de racismo", agregó.
Tanto en la vida real como en su personaje, Mercedes es una mujer española y no es la primera vez que interpreta un papel así, pues con anterioridad ya trabajó en una cinta colombiana donde también interpretaba a una mujer proveniente de España (Keyla, 2017), sin embargo, ella no considera que con en su carrera haya sido víctima de estereotipos.
"En este proyecto las características de mi personaje encajaban perfecto conmigo, en edad, un poco en el físico, porque siempre hay un imaginario de que los españoles tienen el pelo oscuro y los oscuros, esos pequeños detalles me ayudaron. Los estereotipos de alguna manera siempre se han dado y supongo que igual a veces yo no sabía que estaba encajando en un estereotipo, o no lo he querido ver, no lo sé, pero en este último personaje fue así, había unas características muy concretas que antes de presentarme al casting que ya cumplía", contó.
Lo que más rescata de su personaje es la lealtad, pues ella se identifica con ese valor y el mayor reto al interpretarlo fue meterse en la piel de una mujer de otra época, que usaba ropajes especiales y que además era muy entregada como madre, pues Mercedes aún no tiene hijos.
Para grabar, además, tuvieron que trasladarse a distintas partes de Colombia como La Sierra nevada de Santa Marta y el Río Magdalena, ya que en aquella época no existían los autos o aviones, esta fue una experiencia que le aportó mucha riqueza cultural, según afirma la actriz.
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