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La vida y carrera de Luis Miguel siempre se ha destacado por su prodigiosa voz, su galanura y su hermetismo. Pero tras el estreno de su serie biográfica algo más ha sobresalido: la figura de su padre.
Luisito Rey —quien para aquellos que vivieron en los 80 era un artista insípido y para los que no nacían aún en esos años es sólo el progenitor de El Sol— ha sido nombrado el gran villano en la vida del cantante, luego de haber visto los primeros capítulos de Luis Miguel, La Serie.
La animadversión que ha conseguido este personaje recae en el actor español Óscar Jaenada, quien ha logrado desprenderse del anterior papel con el que se le conocía en México, el de Mario Moreno Cantinflas.
Jaenada ha logrado brindarle a su papel una maldad que ha provocado que millones de espectadores lo vean como un villano moderno.
El actor español de 43 años —quien admite que no conocía la carrera de Luis Miguel— explicó en entrevista que las acciones del padre de El Sol fueron conducidos por la frustración, la pretensión pero sobre todo la avaricia, algo que, confiesa, es muy recurrente en el mundo artístico de México y todo el mundo.
“Cuando empecé a investigar para el personaje me mandaron una biografía de Luisito Rey, la leí y me pareció impresionante. Cuando la leía lo que más apuntaba era ¿por qué? ¿Por qué hacía lo que hacía? Después de leer el libro no empaticé con nada de lo que hizo Luis Rey y eso me pareció interesante, porque a pesar de no empatizar con él tuve que creérmelo para interpretarlo”, dice Oscar.
Tras la filmación de esta primera temporada (de la que Netflix estrena un capítulo cada domingo) el actor considera que hay muchas aristas en la vida del padre de Micky que hace que sea considerado un villano.
Una de ellas, quizá la más importante, las ganas que tenía Rey por conseguir a través del éxito de su hijo, la fama y reconocimiento que él nunca logró, a pesar de ser considerado por muchos como un gran músico.
“Luisito estaba dispuesto a lo que fuera para ver triunfar a su hijo, él ya tenía la experiencia de su carrera fallida, tenía una nueva oportunidad con su hijo que no iba a desaprovechar y sabía que cuando tenía que dar una patada la daba. Era un tipo que siempre sobrepasaba el límite”, dijo.
En su búsqueda por encontrar motivos para saber por qué Luisito Rey se comportó como lo hizo con su hijo, Jaenada señaló que quizá Rey se perdió en la lucha por hacer que su hijo fuera una gran estrella.
“La disciplina tiene una delgada línea roja que pasa a ser abuso y creo que esa línea a Luis Rey no le importaba traspasarla. Yo, como padre, hay muchas cosas que nunca permitiría, pero hay padres como en el caso de Luis Rey que traspasaba esa línea, quizá no con maldad pero sabiendo que brincar ese límite le traería consecuencias tarde o temprano”.
Un villano inteligente. Jaenada reconoce que, si bien Luisito es un villano, también era un hombre sumamente inteligente que a su manera supo explotar el talento de Luis Miguel, un talento que él no tenía. Agrega que quizá sin su ayuda, El Sol nunca hubiera despuntado y alcanzado el nivel de fama con el que cuenta desde hace tres décadas.
“No se qué tan malo o bueno fue (Luis Rey), hay casos como el de las hermanas Serena y Venus Williams que tuvieron un padre duro que hizo que fueran las mejores tenistas del mundo, o el propio Michael Jackson con un padre también complicado. Caminos hay miles, no es fácil hacer una vida basada en la presión, en un talento quizá forzado en algunos casos o innato en otros, pero trabajado día tras día y año tras año. Me cuesta saber qué tanto es talento y qué tanto es perseverancia”, detalló.
Pese a ello, Jaenada reconoce que, si bien la música de Luis Miguel no es la que le guste escuchar, sabe que talento existe en el artista mexicano y que una de las claves de su éxito ha radicado en el trabajo del intérprete de “La incondicional”.
“La carrera de Luis Miguel está basada en un talento trabajado desde la base, manipulado por una experiencia dudosa detrás, una carrera que era del padre. Luis Miguel ha tenido que mamar de todo eso y seguramente no ha sido fácil. Tuvo un padre ambicioso, con una cultura mínima pero que era un excelente músico, otra cosa fue la poca suerte que tuvo, las líneas que traspasó y la factura que le trajo pero era un gran músico”, finalizó.