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Tras la polémica que desató la salida del cantante Julión Álvarez del reality show La voz kids, es el propio productor, Miguel Ángel Fox, quien señala que él no tomó la decisión de sacar al músico de regional mexicano.
Aclaró que tampoco fue el encargado de darle la noticia Álvarez, con quien, dijo, mantiene contacto.
“La decisión fue del área legal de Televisa, no mía. Yo tampoco le dí la noticia (a Julión), fue la misma área legal la que se lo informó. Yo sigo en contacto con él”, señaló Fox durante la conferencia de prensa para anunciar a los coaches de la versión adulta de La voz.
Ante este repentino cambio en la producción, Miguel Ángel Fox señaló que se encuentran evaluando el camino que el reality infantil tomará y que todavía no sabe si los demás coaches continuarán.
“Estamos en una etapa de evaluar y analizar cuándo volveremos a grabarlo, primero queríamos asegurarnos de que los niños de la primera etapa puedan regresar y volver a participar. Abriremos un nuevo casting”, explicó Miguel Ángel.
El productor afirmó que también analiza si cambiará de coaches, pero descartó que Edith Márquez o la Banda MS se integren a la emisión pues todavía no platica con alguien.
“No tengo fechas, ni quién va a suplir a Julión, tampoco sabemos si vamos a cambiar a los otros jueces como Lucero y Carlos Rivera. Este año sería imposible, estamos viendo todas las variables para poner la fecha y decidir quién va a ocupar esa silla”, dijo.
El costo de empezar de nuevo. Aunque en la edición para México, la empresa Televisa y Miguel Ángel Fox siempre han sido muy discretos al hablar del costo que esta producción tiene, en algunos países como Inglaterra o Estados Unidos, cada capítulo del show puede llegar a costar entre 1.8 y 2.2 millones de dólares (32.7 y 40 millones de pesos).
Teniendo esto en cuenta y siguiendo la cifra más baja, desechar los cinco programas que ya se tenían filmados le valdría una pérdida a Televisa por arriba de los 163 millones de pesos. Esto sin contar el costo que generaría hacer de nueva cuenta los castings para elegir a los participantes y a los nuevos coaches.
Lo que sí se puede contabilizar es la pérdida de las 15 horas programa producidos (ya se habían grabado cinco episodios de tres horas) y los cinco días de audiciones en varias ciudades. “Fue muy difícil tirar todo eso a la basura”, dijo Miguel Ángel Fox.