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En 1995 Susan Sarandon protagonizó la cinta Pena de muerte, en donde dio vida a una religiosa y su relación con un hombre condenado a muerte.

Más de dos décadas después, aquella ficción, basada en un hecho real, regresa a la actriz en un drama palpable de un hombre, presuntamente inocente, a punto de ir a la pena de muerte.

Ella y un equipo de abogados, periodistas, una religiosa y hasta el papa Francisco trabajan para mostrar la inocencia de Richard Glossip, quien fue acusado del asesinato de Barry Van Treese el 7 de enero de 1997, en Oklahoma.

“La pena de muerte nunca tuvo mucho sentido para mí. Es arbitraria y caprichosa. Es costosa. Pero la gente suele decir ‘si alguien mató a uno de tus hijos, ¿por qué no matarlo a él?’ Y por supuesto uno le dice ‘Pienso que lo querría hacer’ pero es una pregunta diferente a dejar que el Estado lo haga”, explica la actriz de 70 años.

Gracias a la película de 1995 y el contacto que tuvo con las víctimas en aquella ocasión llegó a varias conclusiones con respecto a la pena de muerte.

“Mientras filmábamos, vimos a una familia que iba a las ejecuciones todo el tiempo. La verdad es que no era reparador. La gente siempre queda desilusionada porque, ¿qué puede reparar el dolor más allá de recuperar al ser perdido?”, agregó.

Así, la actriz ganadora del premio Oscar decidió apoyar a Richard Glossip para demostrar su inocencia, lo cual se podrá ver en la serie Richard Glossip: Pena de muerte, que estrenará Investigation Discovery este jueves a las 23:00 horas y está dirigida por el cineasta Joe Berlinger (La bruja de Blair 2, 2000).

En el programa se documenta lo que podrían ser los últimos días del ex encargado de un motel sentenciado a morir por un crimen con el que jura no tener nada que ver.

Barry Van Treese era dueño de un motel en Oklahoma, administrado por Glossip, y su cuerpo fue encontrado golpeado y ensangrentado en el piso de una de las habitaciones. No hay rastros de ADN ni huellas dactilares de Glossip en la escena del crimen que pudieran vincularlo con el asesinato de su jefe.

De hecho, la sentencia de muerte de Glossip se basa principalmente en el testimonio de Justin Sneed, un empleado de mantenimiento del motel que fue condenado por el asesinato de su jefe y sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional.

La producción incluye entrevistas con defensores de alto perfil como la misma Sarandon; el multimillonario emprendedor y activista social, Richard Branson, y la Hermana Helen Prejean, autora y activista opositora a la pena de muerte.

Para Susan Sarandon inmiscuirse en el caso también la hecho víctima de ataques en contra de ella, lo que ha beneficiado al caso.

“Yo dije: ‘Bien, parece que lo único que podemos hacer que sea realmente visible, para obtener una petición, es hacer correr la voz para que esta gente no le pueda hacer esto a este pobre hombre durante la noche’. De alguna manera teníamos que elevar el perfil. Se volvió este tema realmente importante, tanto que involucró a la gobernadora del estado  Mary Fallin.

“Dije que era una persona horrible.  Y eso enojó a todo el mundo y no porque este hombre fuera inocente y lo iban a asesinar sino porque, ¿cómo podía yo decir algo sobre Mary Fallin? Entonces ella luego cometió el error de atacarme a mí y, de repente, todo el mundo supo del tema”, narró.

El equipo dirigido por Berlinger cree que de una u otra forma puede conseguir algo positivo de todo esto. “La cruel odisea de Richard Glossip por el sistema judicial es, en el mejor de los casos, una llamada de advertencia sobre cómo está quebrado el castigo capital en EU”.

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