Más Información
jesus.diaz@clabsa.com.mx
“En Brasil, ser honesto es un defecto”, considera Breno Silveira, director de la serie 1 contra todos.
Se refiere a la vida real, porque en la ficción, el personaje central de su serie ha demostrado que mantener su integridad y no ser un simple narcotraficante obligado por las circunstancias le ha valido el cariño del público.
1 contra todos es el proyecto de más audiencia para un canal de paga en el país sudamericano (se calcula que 2.5 millones de personas lo vieron en promedio); una historia sobre un hombre común que un día es encarcelado injustamente al ser confundido con un narcotraficante famoso.
A diferencia de las narcoseries, la historia brasileña no se centra en enaltecer al delincuente, sino a alguien que, rodeado de corrupción e injusticia, decide sólo fingir ser uno de los malos con resultados más bien embarazosos.
“Esta historia es verídica, nos basamos en un abogado que encarcelaron injustamente, lo que lo hace un drama universal porque todos nos preguntamos: ‘¿qué haría yo en ese caso?’ Algunos ni siquiera podríamos sobrevivir en un mundo hostil”, reconoce Silveira.
En la primera temporada, Cadu, el protagonista, decide fingir que es el líder de un cártel poderoso en la región pero, al ser una persona honesta, su actitud lo lleva a sortear adversidades de forma fallida.
Luego de la resolución de este conflicto, que llevó a la serie a distintas partes del mundo, incluido México, en la segunda temporada hubo que plantearse un nuevo dilema para continuar con la historia: algo que causara la misma indignación de injusticia y risa a la vez.
“La fórmula fue irnos directamente a los políticos, ellos son tan torpes que nos hacen reír frecuentemente”, considera Júlio Andrade, actor que interpreta a Cadu.
En esta nueva etapa, que comienza hoy a las 21:45 horas en Fox Premium Series (en TV y en su app), el personaje central decide lanzarse a la política pese a no contar con el dinero o apoyo de sus adversarios para su campaña.
En el primer episodio, mirará cómo los senadores brasileños se aumentan el sueldo para “evitar la corrupción”, mientras su familia sufre cobros excesivos y abusos de autoridad. Además, cómo los otros candidatos derrochan dinero regalando productos para ganar votos en campaña y la manera en la que suman acarreados.
“Leer el periódico nos inspiró para hacer esta temporada. Hay una cantidad de noticias que en verdad no puedes creer y eso lo usamos para alimentar el guión. Sabemos que no es un problema de Brasil, sino casi universal, en especial la región”, enfatiza el director.
“La cárcel no significa nada frente al mundo político. El reto será que Cadu siga intentando ser una buena persona y ética a pesar de ese mundo a su alrededor, pues además habrá gente del crimen organizado que buscará cobrar favores”, añade.
Retratar temas que atañen a los habitantes de la región es lo más importante para el protagonista, en especial porque considera que, pese a todo, la gente debe creer que las circunstancias se pueden cambiar. “Creo que no estamos perdidos, que siempre hay una salida. No soy pesimista, se puede”, añade.
La serie ya fue confirmada para una tercera temporada que comenzará su rodaje a finales de este mes. El realizador considera que su modelo bien podría ser emulado en la región, pues mucha gente prefiere inspirarse todavía en quienes luchan contra la injusticia, y no en quienes son parte del enmarañado ilegal.
“América Latina vive en un momento muy duro, muy complicado, así que hacer una crítica y a la ve tener éxito de audiencia en la pantalla chica es algo necesario. Sobre todo cuando, por más absurdo que parezca, basamos estas situaciones en nuestra vida cotidiana”, ironiza.