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aridiana.banos@eluniversal.com.mx
La puesta en escena En alta mar pone ante el público una pregunta difícil de responder: ¿hasta dónde llegarían con tal de sobrevivir?
Los actores Jorge Gidi, Mino D’Blanc y Roberto Hernández dan vida a tres náufragos (El Gordo, El Mediano y El Pequeño) que en una balsa se encuentran al borde de la inanición y sin esperanza de su rescate; entonces se les ocurre una descabellada idea que los lleva a situaciones trágicas y al mismo tiempo muy hilarantes.
“El hambre muchas veces asesina los valores y la dignidad humana, eso es lo que pasan estos tres personajes que son buenos y al mismo tiempo antagónicos, porque tienen que luchar por ellos mismos”, indicó Mino D’Blanc, quien da vida a El Mediano.
Roberto Hernández (El Gordo) explicó que el desafío con este texto fue enorme porque además de realizar una exploración profunda de lo que mueve a cada personaje, en un espacio muy pequeño tienen que lograr la sensación de movimiento.
“De este texto se va a estar hablando en 100 ó 200 años porque habla de nuestra condición humana, de cómo nos comportamos en situaciones extraordinarias”, agregó Jorge Gidi, quien encarna a El Pequeño.
Es así como en escena se puede ver que El Mediano es el antagonista de la historia y el que conspira al lado de El Gordo para sacar ventaja de El Pequeño, que bien podría ser el pobre o el pueblo en cualquier contexto.
“El gordo es un personaje voraz, que quiere el control pero busca ser siempre agradable y bonachón, eso es algo que me divierte mucho”, compartió Hernández.
Si bien este es un texto escrito en los 60 por el polaco Slawomir Mrozek, la adaptación hecha por el director Saúl Meléndez en colaboración con los tres actores, ha hecho cercana esta historia a la actualidad de México.
“La tropicalizamos para México, porque teníamos el texto en polaco, luego en inglés y por último en español traducido para Argentina; entonces la gente se va a dar cuenta de muchas cosas que suceden en el país, nos llevó muchos ensayos para añadirle y quitarle cosas al texto para lograr una extraordinaria adaptación”, dijo D’Blanc.
Sorteo, consulta pública y hasta elecciones, son los sistemas que utilizan los personajes para dar el siguiente paso de su plan y poder comer, pero todo falla y es ahí donde la comedia aligera lo trágico. La obra permanecerá en el Teatro Wilberto Cantón hasta el 2 de octubre.