
Según los gurús del algoritmo —mitad estrategas, mitad tarotistas—, lo más sensato es siempre hacer caso a las tendencias, porque “la red nunca se equivoca”. Pues “Soy Frankelda” acaba de darles una clase de realidad. La primera película mexicana en stop motion que se atreve a estrenarse en cines reunió 200 mil personas en su primer fin de semana y apenas perdió una sala para esta nueva semana. En redes se desató una campaña que cuestionaba su “dudosa calidad” y el supuesto error de lanzarla al mismo tiempo que la monumental “Chainsaw Man”. La cinta no sólo triunfó más allá de las críticas, sino que las cadenas exhibidoras ya decidieron que continuará y hasta los cines independientes están listos para sumarse al Frankelda-Fest. El milagro seguirá con proyecciones incluso en Centroamérica… sin pedirle permiso ni a los “analistas” ni a los “críticos” de TikTok, X o Instagram.
Alaska critica las redes… pero vendería su alma por un like de Bowie
Alaska, la figura que sobrevivió a los casetes, los VHS y los outfits ochenteros, se dio permiso de mirar con condescendencia la nueva era digital. “Me gusta Instagram, pero no me enloquece. Solo me interesa esa red; lo demás, nada”, dijo en rueda de prensa.Con la sabiduría que solo dan los años, recordó un viejo debate: “Cuando era niña se discutía si la televisión era buena o mala… depende de lo que pongas y cómo lo veas”.Hasta ahí, todo iba bien, hasta que la pusieron en el lugar de una joven de hoy: “Si yo, a los 12 años, hubiera recibido un like de David Bowie, me muero”, soltó. En resumen: la rockstar que critica los likes y las tendencias, en el fondo habría hipotecado su alma por un corazoncito digital del Duque Blanco. ¡Qué oso!, dirían los ochenteros.

Los Daniels se desafinan… en redes: “Ahora son los Nadiels”
El drama interno de Los Daniels sigue tocando fondo. Después del devastador comunicado de Ismael Salcedo, donde acusó a sus compañeros Poncho y Rasheed de supuesta traición y manipulación, le tocó el turno al bajista de intentar apagar el fuego.El resultado fue, por decir lo menos, un fiasco épico. Poncho trató de enmarcar la crisis como un simple asunto de “malentendidos” y “diferencias creativas”, pero el comunicado fue tan descafeinado que internet no perdonó.Los fans ya habían emitido su veredicto con la velocidad propia de la cultura de la cancelación: “Los Daniels son Ismael”, “Sin Isma no hay banda” y, el golpe de gracia, “Ahora sí son los Nadiels”.La banda intentó luego hablar de “arte”, pero el público ya solo escuchaba: “¡pelea, pelea!”.

[Publicidad]
Interactivos


Carpetazo, a indagatorias contra Alito y Calderón

La simulación perfecta

Investigado por lavado del narco defrauda en Oaxaca

SFP da “carpetazo” al 92% de denuncias contra superdelegados

Jueces sin castigo: Las fallas de un sistema negligente

Aún está en obra y ya hay plagas y grietas en la nueva sede del Archivo General Agrario


