
Complicada, tanto en su obra como en su vida, la escritora Clarice Lispector es revelada por la autora mexicana Sofía G. Buzali en la novela "Ella, Clarice Lispector", que se adentra en el mítico y misterioso universo de Lispector, quien es considerada una de las grandes narradoras del siglo XX y que Buzali presenta como un mito contemporáneo y autora de una obra cargada de psicología, misticismo y feminidad.
"Vida y obra tienen su propio misterio. La lectura de Clarice no es fácil, es muy compleja, te deja muchas veces un vacío o una melancolía que te invita a releer la historia, pero finalmente comprendí que la historia misma no era la importante, sino la forma, cómo Clarice Lispector transmite estos sentimientos, estas emociones, este diario vivir de sus personajes con sus propios dolores y sus propias angustias", afirma Sofía G. Buzali.
La escritora, con formación en Ciencias Humanas, Arte y Literatura, dice que la vida de Lispector fue difícil, marcada desde su nacimiento. Su madre murió de sífilis, y ella cargó toda su vida con la culpa.
"Siente que por culpa del embarazo para que ella naciera, la madre no se cura. El origen de su nacimiento es fuerte, ella vivió con esta culpa toda su vida porque no la pudo salvar. Y después sus depresiones, su adicción al cigarro y estas depresiones que ella tenía cuando estaba casada con su marido diplomático y vivía lejos de Brasil, sentía que estaba en una vida falsa de la esposa de un diplomático. Pero su decisión y el valor de haberse divorciado para seguir con su literatura y su propia vida, es realmente admirable", apunta la narradora.
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Durante la investigación para la novela, Buzali descubrió también el lado místico de Lispector.
"Era supersticiosa, evitaba la presencia del número 13. También ahí empiezas a encontrar este mundo interno de Clarice Lispector. Hay un sinfín de anécdotas que nos van descubriendo su personalidad."
Otro de los momentos difíciles en la vida de Clarice, señala Buzali, fue la esquizofrenia de su hijo mayor.
"Fue un evento muy duro que tuvo que enfrentar", dice la autora, quien narra en la novela la vida de Lispector desde su nacimiento en Ucrania en 1920, su emigración a Brasil con sus padres judíos, su carrera literaria y su muerte ocurrida en 1976.
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El punto donde arranca la novela es el incendio que destruyó la habitación de Lispector junto con varios de sus escritos. El accidente la dejó con el cuerpo quemado y la mano derecha inmóvil, lo que implicó un proceso de rehabilitación tanto física como literaria.
"Cuando yo me adentro a su vida me topo con este hecho trágico del incendio. Me cuestioné cómo sería la vida de una mujer cuya vida era la literatura y escribir, pero tiene una mano inmóvil por mucho tiempo, la cual iban a cortar en un momento dado. Hay un antes y hay un después del incendio. Hace poco leí una nota donde el hijo cuenta cómo ella, después del incendio, vive esta terrible tristeza de haber tenido ese accidente… un sinfín de cosas que de alguna manera la marcan en esta nueva etapa de su vida", señala Buzali.
La también autora de "Leonora antes de Leonora", sobre Leonora Carrington —obra que obtuvo el Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2012—, y de "Marguerite" (sobre Marguerite Duras), asegura que, tras el incendio, Lispector regresó a la literatura gracias a un libro de cuentos para niños.
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Sus hijos le recordaron un cuento que les había escrito cuando vivían en Washington: "El conejo que sabía pensar". Así fue como volvió a escribir, primero cuentos infantiles, y luego retomó también su literatura para adultos.
"Esos cuentos estaban muy basados también en hechos personales, que le habían sucedido con los niños, pero siempre profundos, siempre con un entendimiento de la vida y con pequeños hechos de la vida diaria que ella retoma", afirma Buzali.
Para la autora de "Ella", la escritura era la vida misma de Lispector. También señala que escribir venía de familia:
"Sus hermanas también escribían, su madre también escribía, aunque de temas muy distintos".
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