es, quizás, el mexicano más ruso y ucraniano que existe. Su papá, procedente del país europeo liderado actualmente por Vladimir Putin , llegó a México tras la revolución rusa de 1917 como ingeniero petrolero y gracias a ello conoció en Tabasco a quien sería su esposa.
Así que Sergio, nacido en 1941 y que hoy cuenta con 80 años de edad, creció con la cultura europea cercana y, cuando fue adulto, abandonó su estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y se fue a Moscú a estudiar al Instituto Estatal de Cinematografía en la capital de la entonces Unión Soviética.
Eran los 60, tiempos de la Cortina de Hierro y la Guerra Fría con EU, enmarcada en la lucha por ser los primeros en conquistar el espacio. Ucrania era parte de la Unión y de ahí era la chica de la que Sergio se enamoró y con quien se casó por primera vez, por lo que radicó un tiempo en ese territorio.
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Aún hoy, dice el realizador de “El infierno de todos tan temido”, cuenta con familia y amigos en ambos territorios, con quienes se mantiene en comunicación vía mensajes de celular.
"Me dicen que está muy doloroso el asunto", dice. "Rusia y Ucrania han sido países más que hermanos, históricamente siempre han sido países que han vivido una historia conjunta, culturalmente son muy parecidos y económicamente han marchado juntos, lo que está sucediendo es una desgracia", subraya.
En su filmografía se encuentran “Esperanza”, de 1988, ubicada durante las revoluciones rusa y mexicana, y fundó el Instituto Ruso Mexicano de Cine y Actuación Serguei Eisenstein. Su más reciente filme, “1938”, aún en rodaje, lo hace con su compañía, que es una cooperativa, esquema que empodera a los trabajadores.
Olhovich es quizás uno de los mexicanos que más siente el conflicto armado. No es de los que se va con las noticias fake que pululan en redes y tiene su propia visión.
"Los que más están sufriendo son los rusos. Rusia no buscaba pelea, lo que pasa es que Ucrania tiene un gobierno impuesto, títere que puso EU y está apoyando fuerzas neonazis, la idea es que la gente se pelee con Rusia, eso conviene a EU", considera.
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Apenas esta semana, en medio de varios vetos a deportistas y artistas rusos por parte de organismos internacionales como la FIFA, el FICUNAM anunció que tendrá en su programación cintas de dos directores rusos, porque el certamen no cree en la cultura de la censura. Y eso lo celebra Olhovich, quien conoce la obra de Larisa Shepitko, realizadora nacida en Ucrania y generadora de las cintas “Calor”, “Las alas” e “Inicio de una era desconocida”, quien falleció en la década de los 70 en un accidente automovilístico.
Y aunque no conoce la obra del ruso Vadim Kostrov, considerado a sus 23 años la nueva joya de ese país, luego de que en el trienio reciente haya estrenado 10 producciones, entre ellas “Leto” y “Zima”, estrenadas ambas en 2021, sabe que se verá algo bueno.
"Y hacen bien, una de ellas es una directora muy importante en Rusia, donde hay una cultura cinematográfica importante, yo estudié ahí y aprendí mucho; hay cosas que no deberían pasar, la cultura viaja, debe viajar", indica.
¿Y la guerra terminará pronto? Olhovich piensa que sí, cuando Rusia ocupe Kiev y exista un gobierno ucraniano elegido democráticamente.
"Tarde o temprano lo habrá", sostiene.