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Venecia.— Desde que se presentó la cinta First Man en el Festival de Venecia abriendo la competencia más antigua del mundo se ha hablado de que la actuación de la inglesa Claire Foy podría estar en la pelea para los próximos Oscar.
En First Man Claire interpreta a la mujer del astronauta Neil Armstrong en la nueva cinta de Damien Chazelle. Se centra en la década anterior a la gran misión que llevó al primer hombre a la luna. Un filme de factura impecable en la que se puede conocer a los seres humanos que se convirtieron en héroes pero también muestra sus sacrificios y sufrimientos.
En un encuentro en el Hotel Excélsior del Lido, Claire contó el gran reto que fue interpretar a Janet Armstrong. “Para todos mis papeles siempre me gusta hacer mucha investigación y Janet no fue una excepción. También tuve oportunidad de conocer a los hijos y la familia de Neil lo cual fue clave para la construcción de este papel”.
Sin embargo no a todos les gustó la película. La decisión de omitir el momento en que Neil Armstrong planta la bandera de Estados Unidos en la luna llevó a que el filme sobre este legendario astronauta fuera tachado de antipatriota.
El senador republicano Marco Rubio se unió a las críticas de varios conservadores en redes sociales y la cadena Fox News.
“Esto es una locura total”, tuiteó el excandidato presidencial. “Un daño en un momento en que nuestra gente necesita recordatorios de lo que logramos cuando trabajamos juntos”.
“El pueblo estadounidense pagó por esa misión, con cohetes fabricados por estadounidenses, con tecnología estadounidense y con astronautas estadounidenses. No era una misión de la ONU”, zanjó.
Foy no habló de tema. En cambio, dijo que algo que disfrutó mucho la actriz, según dijo, fue lo mucho que aprendió sobre todo lo que fue el gran reto de lograr el alunizaje.
Hablar de premios y de la posibilidad de un Oscar es algo que no preocupa a la actriz pues aseguró: “Lo bueno es que la película ya está hecha y el trabajo, realizado; estoy muy orgullosa de la película así es que eso ayuda mucho a no ponerse nerviosa y no me lo tomo muy en serio, lo único que realmente espero es que muchas personas vean la película”, comentó.
De lo que no duda en hablar con emoción es de su interés por conocer México, algo que surgió desde que trabajó con Gael García en la cinta Rosewater en el 2014. Un filme de Jon Stewart que trata de la detención de la periodista iraní-canadiense por las fuerzas iraníes y el brutal trato que le dieron en sospecha de ser espía.
“Cuando trabajé con Gael García Bernal en ese filme fue un absoluto sueño, él es un embajador increíble de su país. Nunca he estado en México y me muero por visitarlo. México siempre ha tenido una historia de grandes cineastas pero los directores modernos son unos de los mejores del momento”, dijo con entusiasmo.
“Es algo que está en el ADN de sus películas, la forma en la que las presentan, el colorido, el alma que tienen y trabajar con Gael fue lo mismo: puro corazón”.
Sílbidos y abucheos. Algunos silbaron, otros pocos abuchearon, otros se marcharon, pero también hubo quien aplaudió Suspiria, el remake del italiano Luca Guadagnino que se presentó en el Festival de Venecia y en el que el director superpone de forma desconcertante temas como el feminismo o la dominación del ser humano a través de una estética apabullante y en ciertos momentos macabra.
Con información de DPA y AFP