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Salvador Zerboni sigue enfrentando su estado de salud con fortaleza y gratitud. Antes de abrirse con la prensa sobre los retos que enfrenta, el actor compartió en redes sociales un emotivo mensaje, agradeciendo la oportunidad de continuar trabajando en el escenario.
"Gracias, Dios, por permitirme hacer esta función. Con mucho cariño para ustedes. Dios conmigo, ¿quién contra mí?’, escribió en un video publicado en Instagram mientras formaba parte de la obra "Vidita Mía" en el Teatro Royal Pedregal. Este mensaje, compartido hace unos días, refleja la resiliencia que lo caracteriza.
En su mensaje, Zerboni expresó su esperanza de que su padecimiento sea solo una prueba pasajera, pues el villano de melodramas padece hipoacusia súbita, una condición que provoca la pérdida repentina de audición y vértigo, y se mostró confiado en que podrá superarla: “Cuando menos lo espere, volveré a escuchar y dejaré de tener vértigo”.
Aunque reconoce las dificultades de adaptarse a esta nueva realidad, aseguró que no dejará de disfrutar su profesión, ya que en su camino no dejará de divertirse y "jugar en el escenario”.
Más recientemente, el famoso compartió que, ante las dificultades, hay días en los que "despierto, me tomo un pinche café y me pongo a llorar".
El día que Salvador Zerboni se despertó sin poder escuchar
En noviembre, Zerboni relató cómo comenzó su problema de salud. Mientras disfrutaba de una noche tranquila viendo una película y comiendo helado, sintió un zumbido en el oído. No le prestó mayor atención, pero al día siguiente todo cambió de manera drástica.
“Cuando desperté a las seis de la mañana a correr, me caí de la cama literal; me fui a gatas a vomitar al baño”, recordó. La incapacidad para caminar, mantenerse en pie o incluso abrir los ojos lo alarmó al punto de solicitar una ambulancia, recibiendo el apoyo inmediato de su familia.
Tras ser hospitalizado de emergencia, los médicos descartaron la presencia de un tumor y determinaron que un virus era el causante de la condición. Desde entonces, Zerboni ha recibido tratamiento con cortisol y otros medicamentos para lograr su recuperación.
El actor vive con ciertas limitaciones, como la imposibilidad de practicar deportes extremos, y extraña actividades cotidianas como compartir una cerveza con sus amigos o hacer ejercicio.
