Más Información
Rosalía es una de las cantantes del momento, y de eso no hay dudas. Tras el lanzamiento de “Despecha”, en el marco de su gira “Motomami Tour”, ha logrado posicionarse en los principales rankings a nivel global. Pero el plano laboral no es lo único exitoso en su vida.
Lee también: Rosalía: el secreto de su entrenamiento para lucir un abdomen plano
La catalana lleva varios meses en pareja con Rauw Alejandro . Y si bien en los inicios de su relación trataban de pasar por desapercibidos ya han dejado de ocultarse para las cámaras. Este verano hasta compartió vacaciones en Grecia, a bordo de un yate, en donde se mostraron más enamorados que nunca.
No hay duda de que Rosalía y el puertorriqueño se han tomado bien en serio este romance. Prueba de ella es la mansión que decidieron comprar juntos en España para tener un lugar fijo donde encontrarse después de las giras. La enorme casona está ubicada en Manresca y fue adquirida por 2 millones de euros a comienzos del 2022.
Lee también: El nombre completo de la cantante Lucero que seguro no conocías
Cómo es la mansión que Rosalía comparte con Rauw Alejandro
La casona que la catalana compró junto a Rauw Alejandro fue bautizada como “Mas Morera”. Cuenta con 2.600 metros cuadrados en donde se destacan los enormes jardines. Por supuesto tiene piscina. Otra de sus características es que cuenta con una zona de cultivo.
La mansión de Rosalía es considerada como todo un “palacete modernista” gracias a su arquitectura única. Incluso ha sido declarada como un “Bien Cultural de Interés Local”. Pero la propiedad cuenta con una llamativa particularidad que ha sido considerada como “un verdadero lujo”.
Es que la residencia que Rauw Alejandro comparte con la catalana cuenta con dos cocinas. Una bien modesta, ubicada en la casa de huéspedes y otra despampanante en el corazón de su mansión. De tipo industrial este lugar es uno de los más destacados. Todas las superficies están cubiertas de acero inoxidable y lleva una isla en el centro. Los techos de viga le dan la calidez necesaria para que se sienta acogedora ante sus propietarios.