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Desde hace un mes que Rosa María Bianchi está divertida no solamente por estar casada, sino con un amante, ambos mucho más chicos en edad que ella.
"Digamos que soy una mujer adulta mayor, pero muy coqueta; entonces mi marido que era mi chofer, pues ya lo veo viejo y pues ahora voy por un policía", cuenta feliz.
Claro, eso no pasa en su vida real, sino que así se le verá en la telenovela Mujer de nadie , actualmente en grabaciones, donde es la villana y le hace la vida de cuadritos a la estelar Livia Brito .
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La producción es una nueva versión de Amarte es mi pecado, que en 2004 protagonizaron Yadhira Carrillo y Sergio Sendel.
En esta ocasión Marcus Ornelas, Carmen Aub, Verónica Merchant, Verónica Langer, Cynthia Klitbo y Azela Robinson forman parte del elenco que trabaja desde marzo, terminando a mediados del mes próximo.
Bianchi (Monarca y La suerte de Loli) tiene en Roberto Soto a su esposo y a Paco Pizaña, quien interpretó a su hijo en Yago, al amante.
"Me divierto mucho con ambos, soy una rica de pueblo, con mucho poder, que sólo maneja a los hombres como ella quiere. Y además siempre se está peleando con la protagonista, como buena villana", indica.
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"Lo que también me pone feliz es que la co dirige Fabián Corres (actor, Ladies' night) que fue alumno mío y eso, reencontrarme con gente así, me encanta", agrega.
Este año, la actriz de 74 años espera volver al teatro, aunque sabe las condiciones que el medio enfrenta tras la pandemia. Eso si, no pretende formar parte de una puesta que sólo tenga pocas funciones, como es ahora la media, sino integrarse a algo que como en su momento, mínimo eran 100 exposiciones.
"Veo a las actrices y actores jóvenes que de no tener una oportunidad de hacer algo largo y bien pagado, deben hacer tres obras a la semana. Ahora cada vez se paga menos, es un imposible vivir de un tipo de teatro que no sea comercial y aún ese, paga menos", comenta.