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Una de las personas que más cercana fue a Daniel Bisogno es Ricardo Casares, con quien el llamado "Muñeco", no sólo compartió créditos en el programa "Ventaneando", también piso en el hospital hace algunos meses.
En febrero del 2024, Cazares sufrió un infarto que lo llevó a terapia intensiva y, casi al mismo tiempo, Bisogno se enfrentó a una infección pulmonar que lo mantuvo intubado por casi un mes.
"Teníamos cuartos que estaban pared con pared, y le pegábamos a la pared como para decir: '¡Échale ganas, güey, échale ganas! Acá estoy. Antes de que me dieran de alta, lo último que hice fue ir a verlo y decirle que lo quería mucho y que tenía que salir de ahí", dijo el conductor en entrevista con EL UNIVERSAL.
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La noche de este jueves, Bisogno perdió la vida, debido a serias complicaciones de salud. Tenía 51 años.
Casares, quien se dijo destrozado por la pérdida, recordó a Daniel como una mente brillante, un hombre respetuoso y entregado a su familia y, sobre todo, un gran amigo y profesional:
"(Era) Un hombre que, si estaba en tu esquina, con él tenías. La mente más ágil que he conocido en mi vida, capaz de (hacer) el chiste más vulgar, y un segundo después podía hacer el análisis más preciso y correcto que te puedas imaginar. Se fue un gran amigo, se fue un gran profesional".
El presentador confesó, también, que Daniel fue uno de los grandes mentores en su carrera y, aunque le exigía mucho, sabía que todo lo hacía por el gran cariño que le tenía:
"Daniel ya era mi amigo cuando me dieron la oportunidad en "Ventaneando", y cuando entré me dijo: 'no te mereces la oportunidad'. Y yo le dije: 'en eso estamos de acuerdo.' Entonces él me respondió: 'pues entonces gánatela. Trabaja para merecerte el lugar que te están dando.' Fue duro conmigo, pero lo recordaré como uno de mis más grandes mentores", agregó.
Respecto a su polémica manera de ser, Casares afirmó que sólo era una de sus tantas facetas y que, en realidad siempre le guardo un gran respeto y amor al público, el mismo que para el final de sus días tanto lo criticó:
"Fue un fanático recalcitrante de la televisión, amante del teatro, respetuoso de su profesión, como no he conocido a otro. Es muy curioso porque en los últimos años le criticaban que decía 'señora Baquetona'; sin embargo, el respeto que tenía por el público que lo veía se reflejaba en la preparación y en el amor que él tenía por salir a platicar con la gente todos los días", finalizó.
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