
Más Información
Aunque suene insólito, "Sinners" (Pecadores) no es la primera película que mezcla elementos tan dispares como gánsteres y vampiros. Tras su paso por las salas de cines, en abril pasado, la cinta llega ahora al streaming con Michael B. Jordan en el papel protagónico.
El actor interpreta a los gemelos Smoke y Stack, dos veteranos de la Primera Guerra Mundial que, tras formar parte de la mafia de Chicago, regresan a su pueblo natal en Misisipi.
Es 1932, y con lo ganado en su antigua vida, los hermanos adquieren un lugar en el bosque para convertirlo en un bar con música en vivo para la comunidad negra.
Para cumplir su sueño, los gemelos reclutan a personas con las que alguna vez tuvieron un lazo importante; pero sus planes se ven interrumpidos por Remmick, un vampiro irlandés que busca establecerse en la misma zona.
La fiesta comienza y la advertencia del predicador del pueblo, de que el blues era música que convocaba al mal, se cumple; y es que los vampiros irrumpen en el lugar desatando una guerra entre el bien y el mal.
La cinta no sólo muestra la habilidad narrativa de Ryan Coogler como director, también su interés constante por denunciar los horrores que ha enfrentado históricamente la comunidad afroamericana.
Otro elemento a destacar es la interpretación, por partida doble, de Jordan, pues logró delinear a la perfección a los gemelos, dotando a cada uno de una personalidad diferente y, sobre todo, creíble.
Para muchos, la cinta es considerada como una de las mejores del año, ya que además de la historia antagónica, cuenta con un soundtrack que no puede pasar inadvertido.
Aterradora, cautivadora y musicalmente estelar, esta película merece toda la atención.
Dónde ver: Max, Prime Video
Noticias según tus intereses
ViveUSA
Interactivos


Carpetazo, a indagatorias contra Alito y Calderón

La simulación perfecta

Investigado por lavado del narco defrauda en Oaxaca

SFP da “carpetazo” al 92% de denuncias contra superdelegados

Jueces sin castigo: Las fallas de un sistema negligente

Aún está en obra y ya hay plagas y grietas en la nueva sede del Archivo General Agrario
