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La 67ª edición de los Premios Grammy no solo celebró la excelencia musical, sino que también convirtió la alfombra roja en una pasarela de expresión artística, donde la moda fue protagonista tanto como la música.
Desde la opulencia de los detalles hasta la irreverencia, las estrellas se apropiaron del espacio con atuendos que reflejaron su personalidad, visión creativa y, en algunos casos, un audaz sentido del espectáculo.
Con un vestido blanco de Jeffrey Kelly Designs, Sierra Ferrell capturó la esencia de una diva atemporal. Las mangas exageradas y los bordados de perlas mostraron un aura de sofisticación que evocó la era dorada de Hollywood, mientras que su choker a juego añadió un matiz contemporáneo.
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Si alguien llevó la teatralidad a su máxima expresión, fue Chappell Roan. La estrella en ascenso del pop estadounidense hizo de la alfombra su escenario con un vestido vintage de Jean Paul Gaultier, cuya larga cola fungió como lienzo para una serie de obras de arte plasmadas en tela. El maquillaje, que emulaba las pinceladas de una pintura, completó un look en una declaración artística.
Los hermanos Smith ofrecieron un contraste visual impactante. Jaden, siempre desafiante a las normas estéticas, sorprendió con un conjunto de Louis Vuitton coronado por una estructura de castillo negro en su cabeza. Por otro lado, Willow apostó por la elegancia minimalista con un traje negro de dos piezas que jugó con la dualidad de la sobriedad y el dramatismo.
El efecto iridiscente de su falda de Ralph Lauren convirtió a Kacey Musgraves en una figura hipnótica en la alfombra roja. Con cada paso, la luz se reflejaba en su atuendo como si la cantante estuviera envuelta en un halo metálico.
Por otro lado, Peso Pluma, el cantante de corridos tumbados sorprendió al alejarse de su estilo urbano y apostar por la elegancia clásica. Su smoking negro y sobrio, desafió las expectativas, con un cambio sutil.
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Mon Laferte sorprendió a todos con su look, abandonando su característico cabello oscuro para lucir una melena. La cantante chilena se presentó en la alfombra roja con un vestido dorado, evocando el glamour del viejo Hollywood.
Taylor Swift, su look, inspirado en el color de la pasión, consolidando el rojo como la tonalidad reinante de la noche.
Fieles a su estilo disruptivo, Kanye West y Bianca Censori no pasaron desapercibidos. La pareja llevó el concepto de la moda a un territorio experimental, fusionando texturas, siluetas y transparencias, Censori, apareció completamente desnuda con una maya color piel como vestido.
Jennifer Lopez , la diva del Bronx reafirmó su estatus de ícono de la moda con un vestido tornasolado en dorado de LaPointe. Su escote infinito y un abrigo café y la joyería sellaron un look con su sello.
En una noche donde la moda y la música se entrelazaron en una sinfonía visual, la edición 2025 de los Grammy también tuvo un mensaje de fondo: la solidaridad. En respuesta a los recientes incendios en Los Ángeles, la Academia lanzó la iniciativa Los Angeles Fire Relief Effort, recordando que, más allá del espectáculo, la unión y el apoyo pueden marcar la diferencia.
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jgt
