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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Que las plataformas digitales como Netflix y Amazon Prime Video paguen impuestos en México y que 30% de su contenido disponible sea creado por productores y realizadores nacionales e independientes es un tema que ha saltado a la palestra en la 4T.
Cineastas mexicanos ponen el tema ante la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados y a principios de abril la Secretaría de Hacienda reveló que piensa cobrar a las llamadas OTT a partir de 2020.
Actualmente las plataformas no pagan por utilizar la banda ancha. Tampoco pagan impuestos, pues sus oficinas se encuentran en Estados Unidos.
¿Y en contenidos? Netflix sostiene un catálogo cercano a los 4 mil títulos, de los cuales sólo 70 son mexicanos, contabilizando las originales como Luis Miguel, la serie y cintas recientes como Bayoneta, con Luis Gerardo Méndez.
Amazon Prime Video, con alrededor de 2 mil 500 producciones en su lista, apenas sobrepasa las 10 producciones nacionales, incluyendo El laberinto del fauno y ¿Qué culpa tiene el niño?, además de producciones propias como Un extraño enemigo y Diablo guardián.
El conteo fue realizado por EL UNIVERSAL en las dos plataformas, las cuales por política mundial no dan cifra alguna, incluyendo las visualizaciones que tiene sus películas o series.
La solicitud. Víctor Ugalde, presidente del Observatorio Público Cinematográfico Rafael E. Portas, destaca que el régimen mexicano debe tomar cartas en el asunto.
“Todo gobierno que tenga un proyecto propio de nación debe intervenir para garantizar el acceso de sus ciudadanos a la producción local, ya que de otra forma podrían tener sólo material extranjero.
“Es decir, contenido básicamente estadounidense y así se estaría educando informalmente a toda la población mexicana con una forma de pensar el mundo extranjera”, subraya el también cineasta.
En Europa ya se tomaron medidas: a Netflix se le pidió que en su catálogo haya 30% de producciones europeas independientes y estar representadas en su algoritmo.
En Reino Unido y Brasil se plantea, además, un nuevo régimen impositivo, sobresaliendo que una cuota se destine a un fondo de inversión para producción local.
Ernesto Contreras, presidente de la Academia Mexicana de Artes y Cinecias Cinematográficas, señala la necesidad de sentar las bases normativas que ayuden a consolidar la industria cinematográfica que tienen en las OTT y VOD (video on demand) una ventana.
El año pasado, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano de Cinematografía, se produjeron 184 títulos y se estrenaron en salas 101, entre documentales y ficciones.
“Hay que cerciorarnos de que existan y que aseguren nuestra soberanía cinematográficas que no sólo tiene que ver con una industria sino con la presencia en pantalla de nuestra memoria, identidad y diversidad cultural, frente a las visiones estandarizadas y hegemónicas de la industria norteamericana”, subraya Contreras.
Con producción. Tanto Netflix como Amazon Prime Video ya producen en México. Netflix anunció en febrero pasado que tendrá oficinas locales y que cuenta con una cartera de 50 proyectos nacionales en diversos status.
La productora Inna Payán (La jaula de oro y Las 13 esposas de Wilson Fernández) subraya la urgencia de pensar en cómo estimular y promover la inversión de las grandes empresas del entretenimiento extranjeras en México, pero sin dejar de pensar en cómo regularlas y evitar competencia desleal.
“Y para que no sólo seamos maquiladores sino entes creativos con voz propia y capaz de generar identidad”, indica la ejecutiva.
Recuerda que en Colombia, para seguir siendo un bastión de producción extranjera, se ofrece una devolución o contraprestación de 40 % de gastos realizados para películas parcial o totalmente rodadas en ese país y, de 20%, en los gastos hechos en servicios logísticos como hotelería, alimentación y transporte.
Así que señala la necesidad de trabajar conjuntamente, Hacienda, Cultura, Economía, Profeco y la subsecretaría de las Tecnologías de la Comunicación e Información.
“Si tenemos tecnologías y servicios convergentes, necesitamos una autoridad y ley convergente, ya mirarla por separado no funciona; es algo que habría que revisar y analizar a la luz del diseño de un nuevo marco regulatorio sobre el cine y el audiovisual en México”, expresa.
En marzo pasado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) consideró que México obtendría ingresos fiscales de 178.8 millones de dólares al año si se cobra el IVA a los servicios digitales y se gravaba con 3% los servicios de intermediación de plataformas multilaterales como lo son Uber y Netflix.
Cinépolis, otro jugador en la ecucación con su portal de contenidos, dijo que no tenía comentario respecto a la problemática.