Pese al sol, Cañaveral saca los mejores pasos de mamás

El calor no fue impedimento para que cientos de madres se dieran cita en el Monumento a la Revolución para disfrutar de una tarde de baile con varias agrupaciones.

Con familias ataviadas con sombrillas, lentes oscuros, bloqueador y sombreros, las actividades comenzaron al mediodía de ayer, cuando el Mariachi Mexicana Hermosa dedicó una serenata a todas las mamás presentes.

“Disfruto mucho venir, el calor es lo de menos, un sombrero, agüita y podemos pasarla bien; lo importante es celebrar juntos”, dijo Olivia Valencia, quien vino acompañada por toda su familia.

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Cuando Grupo Ensamble salió alrededor de las 13:20 horas, incluso los que intentaban disfrutar de la sombra de los árboles desde una banca o los que tomaban algo en restaurantes y terrazas aledañas comenzaron a bailar.

“¿Quieren cumbia?” preguntó el vocalista, y todos los asistentes respondieron sí, aún y cuando en sus voces ya comenzaban a percibirse los estragos del calor, pero cuando sonaron las primeras notas del teclado al ritmo de cumbia, la intensidad del sol comenzó a quedar en segundo plano.

Se armaron todo tipo de parejas: entre esposos, entre abuelas y nietos, entre novios, entre mamás y entre amigas. También hubo hombres que, debido a las altas temperaturas de 32 grados, se quitaron la camisa para bailar.

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“La jefecita es lo más sagrado”, comentó Joaquín Jiménez, taxista pero detuvo su jornada para celebrar a su mamá. “Luego uno tiene que trabajar hasta en las noches pero no, hoy sí le dedico este día a mi jefa, ahora a bailar y al rato un pastel”, contó.

No faltó la venta de aguas, cigarros y hasta de cerveza en una jornada calurosa en la que, de poco en poco, cada vez más curiosos transeúntes se iban uniendo a la fiesta. Algunos valientes se quedaron hasta adelante soportando el calor para ver de cerca a Grupo Cañaveral de Humberto Pabón, después de que Los Yaguaru festejaran con folklore a las mamás capitalinas.

Posteriormente, algunos de sus miembros se tomaron fotografías con las familias, quienes aprovecharon el hecho de que los músicos estacionaran su autobús muy cerca del escenario, por lo que algunos aprovecharon para abordarlos.

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“Tiene espinas el rosal”, “No te voy a perdonar”, “Échame al olvido”, “No vuelvo a salir” y “Hasta el cielo lloró”, fueron la serie de clásicos que el grupo interpretó, no sin antes saludar a su gente: “¿Dónde están todas las mamás hermosas?”, gritó Humberto ante la emoción de miles de personas.

Al puro estilo de los sonideros en algunas zonas de la explanada se formaron los círculos y, en su interior, las parejas bailaban al ritmo de la cumbia de Cañaveral, incluso algunos habilidosos aprovecharon la ocasión para bailar con dos mujeres a la vez.

El baile, la fiesta, los gritos, la botana, el coqueteo, las fotos y los aplausos continuaron hasta las cinco de la tarde, demostrando así que no importan las altas temperaturas cuando de celebrar a las mamás se trata.