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Hace cuatro años que Loreto Peralta no ve completa No se aceptan devoluciones, filme que la catapultó mediáticamente tras registrar más de 15 millones de boletos vendidos en taquillas.
“Mis hermanos, creo, ni la han visto”, dice divertida la actriz, que hoy tiene 14 años.
Contra lo que pareciera, el alejamiento con la cinta dirigida por Eugenio Derbez no es por aburrimiento, sino porque ha estado bastante atareada en proyectos de cine y en cumplir con la escuela.
Tan sólo este fin de semana estrenó The little mermaid (La sirenita), cinta hollywoodense dirigida por Blake Harris y Chris Bouchard, donde interpreta a Elle, la amiga de la protagonista (Poppy Drayton, Las crónicas de Shannara), presa del dueño de un circo.
“Es una niña feliz, risueña y algo mágica”, dice respecto a su personaje, hecho durante 2016.
“Lo más complicado fue actuar que tenía asma, por los ataques que debía simular, había días que terminaba realmente muy cansada”, apunta Peralta.
Filmada en Georgia, un estado americano donde el día puede llegar a los 30 grados centígrados, fue el debut de Loreto en el cine de Estados Unidos.
Estuvo a punto de filmar la nueva versión de la película Poltersgeist en 2015, pero finalmente decidió rechazarla para no adquirir el sello de niña que da miedo, un estigma que suele perseguir a las niñas estrellas que protagonizan cintas de terror en Hollywood.
“Tiene uno que aprender a no arrepentirse, las cosas pasan por algo. Lo que me ha dicho Eugenio (Derbez) es que más allá de los números, de lo que se vea en cine, lo importante son los fans, no fallarles”, reflexiona Loreto.
Una nueva etapa. Atrás quedó el cuarto que tenía de paredes rosas y unicornios. Ya creció, dice, ahora es adolescente.
En cinco años, además de trabajar con Derbez, ya lo hizo con Salma Hayek en el doblaje del filme animado El profeta y acaba de terminar el rodaje de la cinta juvenil Todas las pecas del mundo, con historia situada en 1994.
Apenas le está cayendo el veinte de todo lo concretado en su carrera, señala entre risas.
Los proyectos le han generado hasta ahora medio millón de seguidores en sus cuentas de redes sociales como Instagram y Twitter.
Al preguntarle si le da miedo darse cuenta de que tantas personas la buscan, ella contesta:
“Para subir fotos lo pienso. Porque uno no es cualquier persona de 14 años. Veo a mis amigas que suben imágenes de ellas en traje de baño y en la playa y se me antoja también hacerlo pero no las subo porque nunca se sabe quién las va a ver”.
Explica que en su caso, las fotos que publica en redes sociales tienen cierto control. “Antes (las imágenes) deben pasar por 20 personas y eso me hace sentir seguridad”.
Loreto explica que la fama temprana alteró eso que se considera una vida normal.
“Claro que hay veces que extraño ciertas cosas. Por ejemplo, ir a la escuela diario como lo hacen mis amigos, pero luego pienso en lo que tengo y en cuánta gente quisiera eso y es cuando sé que debo estar agradecida con lo que se tiene.
“Lo que quiero es apoyar causas sociales; admiro a Leonardo DiCaprio que usa su fama para ayudar”, agrega.
Más allá de la actuación, Peralta tiene un plan de vida.
“En la Universidad me gustaría estudiar escritura, guionismo, seguir en el cine”.