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Con el propósito de satisfacer a todo público, incluyendo a quien gusta ver mucha sangre en pantalla grande, la película de terror “Párvulos, hijos del apocalipsis” será lanzada en dos versiones la semana próxima, con o sin censura.
El nuevo filme de Isaac Ezbán (“Mal de ojo” y “Los parecidos”) se sitúa en un mundo post apocalíptico, en el que gran parte del mundo está infectado por un virus que los transforma.
La cinta se centra en tres hermanos que habitan una lejana cabaña, intentando sobrevivir a como de lugar.
“La historia es la misma, son dos escenas las distintas, las más violentas de la película, que fueron reeditadas de manera distinta para que haya más tripas y sangre”, comenta Ezbán.
“No es puro terror, sino una historia con aventuras, coming of age que es el paso a la adolescencia, la intención era que se sintiera tierna y bonita, lleva de corazón, pero al mismo tiempo brutal y fuerte. Esa dualidad es que la creemos puede gustar a los de 14 y 15 años, pero hay más para quienes gustan de eso”, explica.
Cada complejo exhibidor con “Párvulos, hijos del apocalipsis” tendrá a disposición las dos versiones, destaca el realizador: la B-15, recomendable para mayores de 15 años y la C, que es restrictiva, es decir, únicamente apta para mayores de 18 años.
“Ya si alguien ve la de sin censura y quiere ver la otra, mejor”, comentra Ezbán.
El elenco de “Párvulos, hijos del apocalipsis”, es liderado por los noveles Mateo Ortega, de 9 años; Leonardo Cervantes, de 12 y Félix Farid, de 18. Carla Adell (“Monarca”) y Noé Hernández (“Miss Bala”) tienen también participación.
Otros casos
Es la primera vez que una película mexicana se exhibe en paralelo en dos versiones. Anteriormente un mismo título ha sido modificado años después con la versión que deseaba el director.
Tres casos similares son “El Santo en el Tesoro de Drácula”, cinta que tuvo otra versión llamada “El vampiro y el sexo”, distinguida porque en esta última aparecían mujeres desnudas en una escena donde supuestamente se encuentra “El Enmascarado de Plata”, aunque no era así. La segunda versión fue exhibida apenas en Cineteca Nacional hace unos años.
“Rojo amanecer”, que aborda la noche trágica de la masacre estudiantil en Tlaltelolco 1968, fue relanzada más de una década después conteniendo una escena con militares caminando por la Unidad Habitacional, algo que en su momento fue quitado a sugerencia del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.
Y “Profundo carmesí”, de Arturo Ripstein, tuvo que quitar más de 20 minutos de contenido, porque entonces las cintas no podían sobrepasar las dos horas en cine. Recientemente, ya restaurada con el material faltante, ha sido exhibidas en pantallas de Cineteca Nacional y festivales como el de Morelia.
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