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Pamela Anderson
cumplió 52 años años, y el único regalo que quiere es la libertad de Corky (una orca de su misma edad), quien fue capturada en 1969 frente a la costa de Columbia Británica, cerca de la ciudad natal de Anderson, y que actualmente está cautiva en SeaWorld.
"Por favor, no la dejen morir en un tanque cuyo tamaño, para ella, es comparable con el de una bañera", escribe Anderson en su carta al nuevo CEO de SeaWorld, Gustavo Antorcha. Para ilustrar su argumento, aparece en un nuevo anuncio de PETA posando desnuda en una bañera bajo la pregunta: "¿Podrías vivir en una bañera durante décadas?".
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"El hermano y la hermana de Corky siguen vivos y están prosperando en la naturaleza", escribe Anderson, y sigue: "Un científico canadiense que ha estado estudiando a su familia, quiere regresar a Corky a su hogar. Está en sus manos liberar a esta orca que ha sufrido tanto, a un santuario costero en una bahía protegida, en las aguas que conforman su hogar". La orca fue usada en un ahora prohibido programa de reproducción, en el que sus siete crías murieron en semanas.
Actualmente existe un impulso mundial para que SeaWorld cree santuarios costeros. El National Aquarium está retirando a dicho hábitat a los delfines que tenía cautivos, incluyendo a uno que nació en SeaWorld; las belugas de un parque marino chino están siendo trasladadas a un santuario en Islandia; y el Parlamento del Canadá natal de Anderson acaba de votar la prohibición de tener delfines y ballenas en cautiverio.
PETA, cuyo lema en parte dice que "los animales no son nuestros para usar para el entretenimiento" señala que, en la naturaleza, las orcas establecen relaciones complejas y nadan hasta 140 millas diarias. En SeaWorld nadan en círculos dentro de tanques poco profundos con agua químicamente tratada, donde el alto nivel de exposición al sol puede causarles enfermedades en la piel y los ojos.
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