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Ozzy Osbourne falleció hoy 22 de julio a los 76 años, dejando un legado en la historia del rock. Su vida estuvo marcada no solo por la fama y los excesos, sino también por una serie de batallas de salud que, en sus últimos años, lo alejaron de los escenarios. A pesar de ello, el “Príncipe de las Tinieblas” nunca perdió su espíritu ni su pasión por la música.
Accidente en cuatrimoto (2003)
En 2003, Ozzy sufrió un grave accidente mientras manejaba una cuatrimoto en su propiedad de Buckinghamshire. Se fracturó la clavícula y seis costillas, además de una hemorragia en los pulmones que requirió intervención quirúrgica. El famoso se encontraba promocionando un dueto con su hija Kelly, cuando ocurrió el suceso. Tras su recuperación continuó con su gira Down to Earth Tour.

Problemas de salud (2019)
El año 2019 fue particularmente difícil para Ozzy. Primero, sufrió una caída en el baño que desplazó las varillas metálicas que tenía en la espalda tras el accidente de 2003. En sus palabras a “The Sun”, relató que aterrizó mal y tuvo que someterse a cirugía: “Mi hijo Jack tiene un video mío entrando al quirófano diciendo: ‘Nos vemos en unos minutos’”. A partir de entonces, comenzó a tener dificultades para caminar.
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Ese mismo año, Ozzy fue diagnosticado con Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa que afecta su movilidad y le provoca dolor nervioso, coágulos sanguíneos y depresión. La noticia se hizo pública en 2020, cuando él y su esposa Sharon compartieron en “Good Morning America” que padecía una forma llamada Parkin 2, que afecta los nervios pero no es una sentencia de muerte. Sharon explicó que hay días buenos y malos, mientras Ozzy confesó estar en tratamiento con múltiples medicamentos y presentar síntomas como entumecimiento en un brazo y frío en las piernas.
También en 2019, Ozzy tuvo que cancelar varias fechas de su gira “No More Tours II” debido a una neumonía. Los médicos le recomendaron reposo absoluto durante seis semanas tras un ingreso hospitalario. Sharon confirmó que Ozzy superó la peor parte, pero debía recuperarse en casa.

Trastornos
Además, el cantante habló abiertamente sobre su dislexia y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). En entrevista con GQ, mencionó que para compensar llevaba una grabadora siempre consigo y usaba la herramienta para capturar melodías que se le ocurrían de improviso.
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Luchas personales y última etapa (2023-2024)
En 2023, Ozzy anunció que se sometería a su cuarta y posiblemente última operación, ya que sentía que su cuerpo no podría soportar más cirugías: “Sin importar cómo termine, no puedo seguir”. También declaró que cada día surgían nuevos achaques, y que hasta subir escaleras era una lucha, describiendo la sensación en sus pies como si llevara botas de buceo.
Respecto a su vida personal, Ozzy enfrentó durante décadas problemas con el alcohol y las drogas, comenzando en los años 70. Aunque inició un proceso de sobriedad, en 2024 admitió que no estaba completamente limpio: “Mi tolerancia desapareció, porque cuando empiezo a beber, empiezo a buscar drogas”. Su esposa Sharon ha sido clave en su manejo durante los momentos más difíciles.
Concierto final y despedida
Hace dos semanas, en Birmingham, Inglaterra, Ozzy ofreció su último concierto. A causa de sus problemas de movilidad, apareció sentado en un trono oscuro que fue elevado al escenario mediante una plataforma oculta. Durante la presentación, interpretó “Carmina Burana”, “I Don’t Know” y “Suicide Solution”. Al dirigirse a su público, agradeció emocionado: “Estuve en cama durante seis años, gracias de todo corazón”, antes de cantar el emotivo tema “Mama, I’m Coming Home”.
*Con información de The Sun y César Huerta
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