Nosferatu, la película muda alemana dirigida por F. W. Murnau en 1922, no solo fue la primera gran adaptación del Drácula de Bram Stoker, sino que también definió la estética del expresionismo alemán, ese movimiento que transformó el miedo en formas, sombras y silencios.

Considerado una joya del cine mudo y la primera gran película de vampiros, el icónico conde Orlok regresa al cine con una propuesta que fusiona tecnología y tradición.

El 29 de octubre, el clásico se proyectará en la Sala Atmos de Cinemex Mundo E, su banda sonora original será ejecutada en vivo por el dúo de música electrónica Tripnotik (Arturo Cervantes, Veisha M Ruiz) y el productor Trevor Gavilán.

“Nosferatu tiene un trasfondo fascinante. Está marcada por la tragedia: problemas legales, demandas y censura. Murnau no disfrutó del legado que creó”, explica Veisha M Ruiz, integrante de Tripnotik.

Nosferatu, eine Symphonie des Grauens es una versión “no autorizada” de Drácula, lo que llevó a que la viuda de Stoker exigiera destruir todas las copias. Algunas sobrevivieron y con el tiempo la cinta se convirtió en obra de culto. Su protagonista, interpretado por Max Schreck, redefinió la imagen del vampiro: de silueta alta, demacrada y sin el glamour aristocrático del personaje original.

También introdujo la idea de que la luz solar mata a los vampiros. Con sus encuadres expresionistas y su atmósfera de pesadilla, Murnau hizo su propio lenguaje visual del miedo.

“Nosferatu sigue siendo poderosa. Tiene una belleza plástica y un peso simbólico que se prestan a una reinterpretación sonora”, explicó Gavilán.

Sonido, como nueva narrativa

El proyecto Nosferatu: Symphony of Horror nació durante la pandemia, cuando Triponik y Gavilán decidieron unir sus universos musicales.

Trabajaron seis meses en estudio para crear 23 piezas originales que recorren el dark ambient, drone, noise y downtempo, utilizando sintetizadores modulares, samplers y pianos.

El resultado es una reinterpretación moderna que busca acompañar las imágenes sin repetir la partitura original, apostando por una experiencia inmersiva y envolvente.

“Queríamos que el espectador no solo viera la película, sino que la sintiera. Que el sonido lo rodeara en cada escena”, explicó Gavilán.

El espectáculo combina proyección y ejecución en tiempo real dentro de una sala Atmos, lo que permite jugar con la espacialidad del sonido. No se trata de un concierto ni de una simple proyección: es un ejercicio de sincronía entre imagen, música y percepción.

Además del espectáculo, el dúo planea lanzar este otoño el álbum Nosferatu: Symphony of Horror, tanto en formato digital como en vinil. También buscan editar una versión en formato Blu-ray del filme con su banda sonora como opción adicional.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses

[Publicidad]