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Para la drag queen mexicana Nina de la Fuente sus más grandes inspiraciones han sido María Félix o Dolores del Río, por lo que durante sus espectáculos y con sus atuendos le rinde homenaje a estrellas del séptimo arte, y está consciente de lo que significa hoy ser una diva.
Esto implica, dijo, ser congruente con lo que se piensa y proyecta a través de la imagen, incluidas redes sociales; sabe que al haber estado en dos reality shows: Drag race México y La más draga, puede ser ejemplo a seguir para mucha gente.
“Mi personaje drag es una diva de antaño, inspirada en el cine de oro nacional, en el old Hollywood, en los señorismos de las tías incómodas que toda la familia mexicana tiene”, señaló en entrevista.
Desde el momento en que empezó a crecer su alter ego y fue cada vez más visible como artista drag, asumió una responsabilidad de que más gente la iba a ver.
“Por lo tanto, soy más consciente de lo que digo y hago, cómo reflejo mi personaje ante la sociedad, trato de no replicar ciertas violencias que en algún punto a mí me hicieron daño, de machismo o misoginia, homofobia internalizada, para dar una representación digna”.
La segunda eliminada de la actual temporada de Drag race México comentó que inició su carrera siendo muy fan de esta franquicia, entonces, pasar de ser espectadora a ser participante ha sido un gran logro en su carrera.
“Este programa no sólo cambió un paradigma en la tv, sino marcó una pauta en la representación. Que estuvieran mis amigas en la competencia me hicieron sentir un espacio seguro, yo me sentía que estaba cacareando entre amigas”.
De la Fuente comentó que el drag ha existido desde hace tiempo y no le gusta que el apoyo a la comunidad LGBT+ se centralice sólo un mes al año (junio): “Existimos absolutamente todo el año”, dijo.