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Nicola Porcella se ha consolidado como uno de los rostros más populares del entretenimiento tras su paso por realities como La casa de los famosos y ahora como parte del cuadro de conductores en las revistas televisivas Hoy y Qué buena hora; emisiones en las que el peruano ha mostrado su habilidad para conectar con el público.
Pero detrás de la sonrisa que muestra en pantalla, Nicola confiesa hacer frente a una batalla personal: la depresión. Para él, es una enfermedad como cualquier otra, que requiere tratamiento y seguimiento.
“Yo nací con un déficit químico que me hace llevar esto de por vida. Al principio te da pena que te digan que estás loco o que simplemente te levantes de la cama, como si nada pasara. Pero por dentro estás destruido. Lo más importante es aceptar que necesitas ayuda y buscarla”, dijo.
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En 2018, Nicola vivió uno de los momentos más críticos de su vida y estuvo internado en una clínica tras considerar como opción el suicidio.
Hoy, aunque admite que ser funcional al mismo tiempo que enfrenta este cuadro es complicado, resalta que buscar ayuda profesional fue la clave en su recuperación.
En su papel como conductor de Qué buena hora, Nicola ha encontrado un espacoio para abordar temas relevantes de manera honesta y cercana.
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“Dicen que este programa está hecho para que yo haga terapia y catarsis. Me divierto, pero también agradezco poder hablar de lo que importa, como la salud mental, con especialistas”, explicó.
La segunda temporada del programa, que se estrena el 27 de enero a las 19:00 horas por Unicable, promete explorar en temas actuales.
Según el productor Alexis Núñez, el objetivo de dicha emisión es que el público encuentre diversión y entretenimiento en un mismo espacio en el que cada emisión se ofrezcan temas útiles que generen que la audiencia amplíe su visión respecto a su entorno.