Un día de sorpresas y buenos recuerdos, fue lo que recibieron los fans que se encontraban haciendo guardia afuera del hotel Four Seasons, debido a que Bono y Noel Gallagher se dieron un tiempo para convivir con ellos y dar algunos autógrafos.

La mañana transcurrió con tranquilidad en los alrededores del hotel, sólo una veintena de personas con pósters, libros, pancartas y fotografías, esperaban pacientemente la salida de alguno de los miembros de U2.

Pero quien hizo su aparición faltando 10 minutos para las dos de la tarde fue Noel Gallagher, quien de manera inesperada se acercó al grupo de personas que se encontraban en las vallas que resguardaban la salida del lugar. Si bien el artista inglés firmó todo lo que le ponían enfrente, al momento de solicitarle una selfie no posaba o miraba a la cámara, sino seguía en lo suyo, aún así la gente estuvo feliz con los cinco minutos que el ex Oasis les dedicó.

Señalando su garganta y después moviendo su mano de un lado a otro, fue como el irlandés Bono les dio a entender a sus seguidores que no podría hablar, aún así se tomó su tiempo para recorrer toda la valla con pulmón en mano. Eran alrededor de las 15 horas.

A pesar de que su equipo de seguridad evitaba que sus seguidores se le acercarán, Bono accedió a tomarse algunas fotografías, a platicar un poco con una chica y hasta abrazar a un joven que le manifestó su admiración.

“Le dije que para mí es el mejor artista del mundo, que lo considero la mejor persona artística y humanitariamente, que lo bendecía a él y a su familia. Se acercó a mí y me abrazo, no me lo esperaba, fue bastante emocionante y hasta lloré”, dijo Oswaldo Delgado, que confesó que asesorará más este detalla que la firma que acababa de plasmarle en un disco.

Después de once minutos Bono se despidió y la gente alcanzó a cantarle una estrofa de Cielito lindo, con la esperanza de que se quedara un poco más con ellos, pero no fue asi, el líder de U2 regresó al interior del hotel.

Pero las sorpresas no terminaron ahí, una mujer de 75 años tendría un boleto para el concierto de este miércoles gracias a la amabilidad de Bryan, un miembro del equipo de seguridad de U2. “Ayer (martes) vi que le dieron un boleto a una estudiante, entonces yo le dije ‘mi mamá tiene muchas ganas de ir, pero está en silla de ruedas, nada más nos ve muy emocionados a la familia porque vamos a ir, nada más nos dijo que les vaya bien’, me respondió que lo dejara checar y sí, hoy me dio el boleto. Ella es súper fan, los fue a ver a Chicago con el Tour Vértigo, en el Estadio Azteca, incluso se fue a formar toda la noche cuando vinieron por primera ve en el 97”, compartió Ivette Tejero Gómez, hija de la afortunada.

La propia Ivette tiene su historia con U2, cuando Bono se acercó donde ella estaba, le mostró una foto donde él aparece dándole un beso a una niña, “le dije que esto había sido exactamente aquí hace 20 años, es mi hija y le estaba dando un beso, puso cara de sorpresa, son como cosas muy extraordinarias”.

A las 17:33 horas The Edge y Adam Clayton, repitieron el detalle del martes pasado, al salir nuevamente a saludar a la gente, mientras esto sucedía por la salida del hotel Four Seasons que da a Reforma, en dos camionetas negras Bono partió rumbo al Foro Sol, donde ofrecerá el último concierto de su Tour The Joshua Tree en la Ciudad de México. Diez minutos después sus compañeros lo siguieron y la gente se dispersó.

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