El stage manager, o encargado del escenario, Martín Villegas, y alrededor de 70 personas de su equipo, tuvieron que viajar de vuelta a casa cuando se canceló el primer concierto que Ricky Martin daría en México a mediados del mes de marzo.
Habían empezado a montar todo a las cuatro de la mañana en la Arena Monterrey y 12 horas después les avisaron que el One World Tour se había cancelado junto a otra decena de conciertos por la pandemia por el coronavirus.
“Ya estábamos listos a punto de hacer prueba y nos avisaron que estaba cancelado el show. Ya no se abrieron puertas, ya había gente afuera, fue muy fuerte porque inmediatamente tuvimos que empezar a desmontar todo”, relata.
Ese fue el último evento pagado de Villegas, pues como freelance sabe que no hay anticipos, pero como él, otros de los trabajadores que están tras bambalinas se fueron quedando sin trabajo.
“Un jefe de producción es la cabeza de un equipo, de un staff técnico que además de eso se encarga de tener todas las necesidades técnicas de cada una de las áreas —video, iluminación, escenario, escenografía— que todo esté al pie de la letra como se necesita y cómo lo quiere el artista para el show”, explica.
Ver cómo eventos masivos tan esperados como los festivales Vaivén y Ceremonia, y presentaciones de músicos como Ricky Martin, OV7 y Kabah, entre otros, se pospusieron, fue una situación totalmente inesperada pero, ante la crisis, más que lamentarse han visto la oportunidad de profesionalizarse porque, cuando la industria del espectáculo regrese, quieren ser mejores.
“Aunque de cierta forma nosotros como freelance estamos un poco acostumbrados a que de repente tenemos eventos y de repente no, lo que nos mató es que es bastante el tiempo en el que no vamos a trabajar”, dice Yaya.
Sus energías, comparten, en este momento están enfocadas más que en quejarse en trabajar, ya sea impartiendo webinars (seminarios vía remota) o ellos mismos tomando cursos y hasta buscando aprender sobre administración financiera para próximas eventualidades.
“La realidad es que fuimos los primeros que paramos y yo creo que vamos a ser los últimos en regresar. Es muy fuerte este tema para la economía de la industria, no sólo para nosotros, también para promotores, unos más que otros y lo mejor que podemos hacer es profesionalizarnos, cultivarnos, tratar de volvernos profesionales más competentes”, comenta Martín Villegas.
“Que el gremio crezca al momento de que todos estamos aprendiendo cosas nuevas (en esta cuarentena). Es un ejercicio de total administración, nada que no nos haya enseñado nuestro trabajo”, indica.
“En nuestros inicios aprendimos de otras personas porque no había cursos, ahora hay muchas escuelas en México o posibilidades de irse a otro país a tomar la carrera de audio”, dice Luis.
“Nosotros estamos dando clases para regresar nuestros conocimientos y que no se quede estancado. (Impartimos) cursos tanto para profesionales como para recién egresados”, agrega el ingeniero de audio.
Soporte de artistas
Más allá de los nombres reconocidos que hacen que millones de personas puedan asistir a un concierto, la industria que se mueve detrás es larga y la integran personas que en algunos casos parecieran invisibles.
“Habemos muchísima gente atrás de los espectáculos y algo que es importante pensar es que hay muchísimas industrias periféricas que vienen alrededor de los eventos: los de alimentos y bebidas, seguridad, operaciones, proveedores de baños portátiles”, comenta el stage manager Salo Soloveichik.
“Cuando se detiene el show también se detiene la chamba para ellos y al ser una industria que es tan on demand de repente tenemos temporadas fuertísimas. En verano casi no por la lluvia, esto hace que casi nadie esté en una nómina. Ocesa tiene unos cuantos en nómina pero yo diría que la mayoría trabaja por show”.
Aunque comenta que se siente como caer sin red de contención de soporte, sabe de artistas que están apoyando a su crew o empresas como Ocesa que está buscando la forma de apoyar a algunos aunque los shows pospuestos no pueden pagarse.
“Todo está posponiéndose para finales de año, lo cual nos deja esperanza. La gente que vive al día no se puede dar el lujo de esperar a que esto se reactive”.