A capela, José José enamoró a Costa Rica

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San José.— Un mediodía de un sábado de 1980, siendo yo editor de Noticias Monumental, un informativo de Radio Monumental, de Costa Rica, me tocó entrevistar a José José. El "Príncipe de la Canción" llegó a este país ese viernes para presentarse, en dos noches consecutivas, en Leonardos Discotheque, uno de los principales centros sociales de esa época en San José.

El costarricense Édgar Torres, programador musical de Monumental y contacto con los empresarios que trajeron a José José, consiguió la exclusiva con la radioemisora, que en ese entonces era la más importante de este país por un factor estratégico: estar ubicada en la principal esquina de la capital.

Torres fue ese sábado a recoger a José José a un hotel de las afueras de la ciudad y, aproximadamente a las 11:30 horas de ese día, ambos entraron a las instalaciones de Monumental, en el tercer piso de un famoso edificio esquinero josefino.

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Torres llevó al cantante a la sala de reuniones de la estación. Luego entró a la sala de redacción. “Ya llegó”, me dijo.

“El cantante mexicano José José ya está en Radio Monumental”, anunció el locutor cubano Ernesto Fraga en una pausa de la difusión de noticias. “En breve, una entrevista exclusiva con El Príncipe de la canción, quien cantará en los balcones de La Esquina de los Grandes Acontecimientos”, recalcó.

Y es que ese fue un sitio emblemático durante gran parte de la mitad del siglo XX: en La Esquina de los Grandes Acontecimientos había una pizarra en la que, letra a letra, se difundían noticias y un balcón al que, al día siguiente de todas las elecciones presidenciales de Costa Rica de ese tiempo, llegaron los presidentes electos para recibir un baño de multitudes, así como artistas, deportistas y personalidades nacionales e internacionales.

Le dije que no se preocupara. De inmediato instruí a Rafael Montenegro, ayudante de la emisora, para que bajara y cruzara al ya ahora desaparecido Restaurante El Imán, donde la estación tenía cuenta a crédito, y se trajera una cerveza.

La cerveza tampoco duró mucho. La bebió con rapidez y quedó listo para la entrevista, que empezó cerca de las 11:50 horas y concluyó casi exacto al mediodía. Y, en punto a las 12:00 del día, José José salió de la sala de locución, caminó unos tres o cuatro metros y cruzó la puerta de vidrio de acceso al balcón. Allí lo aguardaban miles de personas. A capela, feliz, sonriente, agradecido y aclamado, cantó “El Triste”. Fue su día en La Esquina de los Grandes Acontecimientos de Costa Rica.