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Carencia de propuestas por parte de los candidatos a la presidencia y un despertar de las conciencias de la ciudadanía es lo que quedó después del debate del domingo por la noche, coinciden actores.
Carlos Ferro, quien protagoniza la telenovela La jefa del campeón, considera que fue un debate muy raro y confuso.
“Creo que nadie propuso nada. Ya depende de nosotros, tenemos que votar por lo que nosotros sintamos, porque el instinto nos lleve y yo soy de los que dice que no hay que dejar de votar y hay que hacerlo porque nuestro país lo necesita. México es un gran país y somos conocidos en el mundo por eso”.
Para África Zavala, no quedó claro qué van a hacer los cinco candidatos por los ciudadanos en caso de llegar a la presidencia del país.
“Yo creo que todos estábamos preocupados, jalándonos los pelos del nervio de lo que vaya a pasar. Creo que hicieron falta más propuestas, no qué es lo que van a hacer por nosotros y espero que tomemos la mejor decisión. Más que ayudarnos, (el debate) nos complicó las cosas a todos”.
El productor Roberto Gómez Fernández evaluó lo bueno y lo malo del encuentro.
“Esperaba algo mejor pero por lo menos hubo cierto debate. Yo creo que todavía está un poco acartonado y este esquema del límite de tiempo tan preciso hizo no poder darle oportunidad de exponer y explayarse. Se interrumpieron muchas cosas importantes de lo que estaban diciendo y mucho discurso muy aprendido y ensayado fue lo que prevaleció. De todos monos sí se sintió esencia natural de algunos de ellos”.
Vanessa Bauche señala que el hartazgo está provocando en los mexicanos una conciencia.
“Tal vez por instinto de supervivencia, tal vez por una necesidad de liberación de acabar con esta impunidad atroz que ha corrompido todas nuestras instituciones, la credibilidad de la gente en todos los partidos, y eso nos permite darnos cuenta de que lo que pasó en el debate no está al nivel de lo que México necesita”, opina Bauche, impulsora del cine nacional y activista.
Las redes sociales, agrega, generan tanta información y desinformacion que han contribuido a que la gente se forje un critero más rápido.
“Antes estas cosas no se podían ni decir, era impensable que alguien pudiera criticar a una figura presidencial y creo que estamos poco a poquito pasando de nuestra adolescencia social”.