Miembros de la comunidad fílmica de nuestro país han manifestado su sorpresa ante el inusitado activismo del Imcine, que se dejó ver en las redes sociales de la institución. Resulta que, así como en la administración de María Novaro, en la nueva se aprovechó el espacio que ofrecen las cuentas oficiales del Instituto Mexicano de Cinematografía para convocar a la reunión que se llevó a cabo el domingo pasado con motivo de que se celebraron los primeros 100 días de Claudia Sheinbaum como presidenta de México.
Cineastas, productores y miembros de la comunidad cinematográfica del país, en reuniones entre ellos, han cuestionado esta manera de hacer proselitismo político. Además se sabe que algunos creativos también han recibido correos para invitarlos a formar parte del Consejo Evaluación del Focine, aclarando que no hay paga de por medio, criterio con el que algunos no están de acuerdo.
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Ser fan de The Beatles es también una inversión
¿Cuánto puede valer un cacho de cartulina con la impresión de El Club de los Beatles y con el nombre de la extinta estación Radio Éxitos? De acuerdo con grupos de coleccionistas una credencial ochentera de dicho club, en la que aparecen los que fueron los números telefónicos de la estación (de entonces siete dígitos), puede estar valuada hasta en 500 pesos.
Claro, falta quien la pague y quiera ocupar los espacios en blanco en los que iría el nombre del miembro o bien, dejarla tal cual para presumirla con amigos o también conservarla como recuerdo que con el tiempo valdrá más dinero.
Ricardo Margaleff pensaba que salía sobrando
El talento del actor Ricardo Margaleff para hacer comedia es indiscutible, durante más de dos décadas ha interpretado al distraído Plutarco de “Una familia de diez” o haciendo reír en el programa “Me caigo de risa” durante varias temporadas, pero aún así tuvo que enfrentar su inseguridad cuando audicionó para un personaje en el musical “Spamalot”.
Ricardo pensaba que ante los comediantes que forman parte del elenco él salía sobrando; como sea, en espera de la gran oportunidad, se preparó vocalmente durante un par de años, motivo por el cual pudo quedarse con el personaje del Príncipe Herbert, un chico afeminado que está encerrado en una torre, que además tiene un número musical donde tiene que alcanzar notas muy agudas, así que en el momento que cantó el tema todos se quedaron sorprendidos porque lo hizo sin esfuerzo y eso le valió su pase a la obra.
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