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A sus 61 años, los estragos del Parkinson hacen que el cuerpo de Michael J. Fox se mueva constantemente y sus palabras se escuchen barridas. Pero mientras charla sobre su próximo documental, esto pasa a segundo término: es un hombre bromista y sonriente, que relata viejas vivencias.
El actor es recordado por interpretar a Marty McFly en la trilogía de "Volver al futuro", una de las sagas más queridas del cine, pero también por su lucha por encontrar una cura para el Parkinson, enfermedad neurodegenerativa que le fue diagnosticada en 1991, cuando tenía 29 años.
Para contar su vida en el documental "STILL: A Michael J. Fox Movie", nadie, ni él ni el director Davis Guggenheim, querían plasmar un sentimiento de lástima en su historia.
“Michael es totalmente un libro abierto y en el documental nada quedó fuera de la mesa pero lo que dijo que era importante es que no hubiera violencia, no creo que haya violencia en esta película”, detalla Guggenheim, acompañado por J. Fox, en una charla virtual.
“Hay muchas películas sobre personas que tienen problemas y a veces esas películas se basan en la lástima y ese no es Michael, ese no es el tono en cómo vive, no es el mensaje en sus libros y ciertamente no es el mensaje de esta película. Creo que hay mucha alegría en este filme”, señala.
Gracias a eso y a la mentalidad de Michael es que el documental encuentra un balance, manteniendo la comedia.
“Siempre pienso en qué será lo divertido de cualquier situación. Siempre encuentras la parte que es trágica y triste, pero es un mayor reto y más gratificante encontrar lo que es universalmente humano en algo y eso usualmente es divertido”, apunta Michael.
Valor familiar
El largometraje, protagonizado por J. Fox y su esposa Tracy Pollan, se estrena por Apple TV+ el próximo 12 de mayo, incorporando elementos documentales, de archivo y guionizados, y siguiendo la vida del canadiense desde sus inicios, cuando tuvo el sueño de convertirse en actor, hasta la actualidad.
Al respecto, Michael, quien también es activista y ha financiado investigaciones alrededor de su enfermedad, relata cómo fue verse en la pantalla.
“Cuando lo vi fue impactante. Entiendo la idea de que mi cara se quede en blanco o la falta de expresión o la falta de, ya sabes, realmente no sé cómo me veo, y no es que me moleste pero es un shock cuando lo ves. La gente dice, ‘te vi tropezar en la habitación’ y seguir eso fue un shock”, recuerda Michael.
“David lo grabó hermosamente y pudo haber sido una confrontación pero fue catártico”, confiesa el actor.
Las imágenes de su familia en el filme, comparte, le afectaron más que ver la tragedia y lucha en su vida, pues dice que son las personas que lo mantienen con vida y conectado.
Como un experto en viajes en el tiempo es imposible no preguntarse: Si pudieras viajar al pasado, ¿a dónde irías?
“El momento en que mi papá dijo: ‘ok, te llevaré a encontrar un agente’. Era un chico loco y quería dejar la secundaria y mudarme a California para ser un actor. Eso es demente y mi padre dijo: ‘ok’ y en ese momento mi vida cambió”.