Luego del doble trasplante de pulmón que vivió el cantante José Luis Rodríguez “El Puma” tuvo la oportunidad prácticamente de volver a nacer, por lo que ahora cuida demasiado su salud y ya ha aprendido a decir que no ante circunstancias que no le parecen.
“ Mi cuerpo es frágil ahora, mis defensas son bajas, el licor no lo puedo tomar, (si hay) un tipo que está fumando me voy a la esquina, trato de cuidarme, de decir que no”, señaló el venezolano.
Durante la entrevista que le hizo Yordi Rosado para su canal de YouTube, el artista habló de su familia, los momentos duros en su infancia y juventud, así como el origen de su apodo “El Puma” y de la amistad que tiene con Julio Iglesias.
Ejemplificó la imagen de un avión en donde primero se tiene que poner la máscara de oxígeno uno y después a los demás, eso es algo que aplica para toda su vida.
“Ámate, ama a tu prójimo cuando esté viejo, yo tengo que velar por mí, primero para poder ayudar a los demás. Las personas se hieren cuando les dices que no, se molestan.
“Yo no sé cuál es el secreto del éxito pero sí sé cuál es el secreto del fracaso: tratar de complacer a todo el mundo”, explicó desde esta plática hecha en Miami, quien dijo que José José le hizo mucho daño decir que sí, pues eso desencadenó en su problema de alcoholismo.
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“El Puma” sabe que todo en la vida es cíclico y considera que todos los días son como un examen en el que se tiene que probar ante el público de que su talento sigue vigente.
“Ahora yo tengo que demostrar a la gente que todavía sigo en el negocio, que sigo cantando y que no soy un tipo que está desechado, que para volver tengo que mostrar otra vez como si fuera de cero, como pasando un examen con los empresarios y con el público.
“Vengo de tres shows, uno en Houston, otro en El Paso y en San Antonio, ahora vamos a Puebla y a Mérida, Yucatán, tengo salidas de Chile, Argentina, pero todos tengo que probar que ‘El Puma’ sigue cantando”.
Familia numerosa
El padre del intérprete era comerciante y lo consideraba un buen semental, ya que tuvo 12 hijos: seis mujeres y seis varones; él era de las Islas Canarias y su madre de Venezuela, quien parió a todos sus hijos con una partera en su casa sin anestesia.
“Era un tipo bastante fogoso”, describió el vocalista a su padre, quien nunca fue muy activo sexual como su papá.
Música y telenovelas
Durante el principio de su carrera se dedicó a la música y a las telenovelas en su país, se construyó un propio personaje impenetrable, fuerte que a la gente le tenía mucho respeto.
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“Yo en el fondo era un tipo que le gustaba echar bromas, chistes, me gustaba reír, la risa es como el amor, se expande, el miedo te contrae”.
De Venezuela para el mundo
Rodríguez expandió su carrera internacionalmente hasta los 33 años porque en Venezuela había un mercado muy chico, tenía que ser actor, locutor, cantante, productor y cantaba la música de los comerciales.
“Yo hacía comerciales para polvo para lavar, en Venezuela tenías que hacer de todo, me di cuenta que ningún conocimiento es pérdida, que todo conocimiento para esta profesión es indispensable, ahí pasé mi vida haciendo novelas, cantando, haciendo jingles, animando programas de televisión.
“Sinceramente no le tuve miedo a nada de eso, porque el espectáculo y el show business es mi vida”.
El fumar se aprendía en Venezuela gracias a Holllywood
Solo un par de veces se puso borracho en su vida, algo que piensa fue horrible, pues todo le daba vueltas, fue cuando aprendió a fumar después de que asistía a cines sin techo y bancos.
“Hollywood fue el que introdujo el beso, el whisky y el cigarro, aprendimos a través de Hollywood a hacer esas cosas que no te edifican, que no son buenas tampoco; me emborraché dos veces y dije: esto no es para mí. El cigarro lo aspiré, me mareé, vomité y dije: esta cosa tampoco es para mí”.
Contó que fue un fumador pasivo porque en muchos vuelos, como uno que hizo de Iberia para España estaban todos los presentes fumando y él decía lo siguiente:
“Cómo puede ser posible, yo no hallaba cómo respirar, no podía dormir, eran ocho horas, la gente fumando en la cabina del avión, era espantoso”.
Julio Iglesias sigue siendo su amigo
De Julio Iglesias dijo que lo admira mucho y respeta bastante por tener una carrera espectacular, a quien piensa que es el rey de los covers .
El padre de Enrique Iglesias grabó el tema “Voy a perder la cabeza por tu amor” de “El Puma”, el cual fue “un bombazo para toda América Latina”, canción que se puso en una telenovela en Puerto Rico.
“Julio pasa por Puerto Rico y nos tomamos un café, me dice: jamás vuelvo a cometer este error, no voy a grabar una cosa así que esté pegado por otros artista, es vigente realmente, es un tipo demasiado inteligente, un error que para mí fue grandioso, fue fabuloso.
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“Surgió una amistad, la amistad tiene eso que no importa la distancia, ni el tiempo, siempre está ahí, no saben que no se hablan durante años, pero está, entonces eso para mí es Julio Iglesias es un hombre de una dimensión muy grande, cuando tú piensas en ir, él viene de regreso”.
Aunque ambos son amigos por esta profesión musical y la distancia no han podido volver a coincidir.
¿Cómo era tener 11 hermanos?
José Luis Rodríguez era el réferi de los 12 hermanos , quien los apartaba, siempre fue pacifista, pero las peleas, dijo, eran espectaculares, en una ocasión uno de sus hermanos le lanzó un cuchillo a otro y se lo clavó en la frente.
Habían muchas peleas, siempre estaba la cuestión de heredar la ropa, era una familia muy grande, recordó también su amor al queso rallado.
Los 12 hermanos dormían en tres cuartos en literas. Su padre se murió cuando el cantante tenía seis años y el mayor en ese entonces tenía 18 años, quien todavía vive.
“Todavía me quedan dos hermanos nada más, el mayor, una hermana y yo, todos (los demás) se fueron, yo soy el último,el que cerró la producción”.
Relató que el cantante de la familia iba a ser otro hermano de él, quien ya se murió y que tenía una voz impresionante. En las noches cantaba en las esquinas con él con latas de leche en polvo con lo que hacían un timbal bongo.
Entonces una noche él se iba a preparar para que una estación de radio lo lanzara con el nombre artístico de Oswaldo Robert. Lo anunciaron con mucha publicidad, pero a la mera hora no llegó a la cita.
“No se presentó, le dio miedo escénico, se puso nerviosísimo y no fue, me tocaba a mí realmente llevar el estandarte de eso, de la música en la familia, mi papá tocaba la guitarra y cantaba, mi mamá un poquito cantaba”.
El desapego, lo más difícil en la vida
Lo más difícil que encuentra el ídolo musical en la vida es el desapego tanto de los seres humanos, como de las cosas, lo cual ha aprendido después de tantas pérdidas dentro de su familia “fueron muchas despedidas”.
“Entramos, salimos, nacemos, morimos, transitamos, no nos quedamos, administramos, no poseemos qué te puedes llevar, ni el cuerpo, qué es lo que le teme la gente a más, que pierdes el cuerpo, pero no pierdes el espíritu, ni el alma, está ahí, la esencia del ser humano, yo no me aferré aprendí a desprenderme de las cosas.
Su padre quiso acabar con el alcohol, pero no pudo, murió de cirrosis hepática porque tomaba mucha bebida alcohólica de caña.
“Recuerdo lo que le sacaban del hígado, del bazo, eran alaridos, pero después lo sacaron de la casa hasta que él muriera y me pegó que no me dejaran verlo en el féretro, ya lo habían cerrado cuando yo llegué y digo wow ni siquiera me despedí, ni siquiera pude decirle adiós, eso me traumatizó, me pegó mucho”.
Con su madre fue diferente porque con ella sí tuvo la oportunidad de despedirse, él estaba grabando cuando ella perdió la vida.
Ella era de clase media, su papá tenía líneas de autos de renta de alquiler y unos cuántos autobuses, producía cierto dinero, pero su madre cuando él muere vivió momentos difíciles porque era analfabeta, era una mujer de campo.
“Quedó como en las nubes mi mamá, todo se fue gastando, la embaucaron a ciertas cosas y quedamos en la luna, empezamos a rodar por ahí, mi madre, mi hermano y mi hermana y nos mudamos mucho, le preguntaba por qué nos mudamos tanto, cuando estaba haciendo amigos en un sitio, nos tenemos que mudar, después no tuvimos para pagar la renta”.
"El Puma" es algo mágico
Para ayudarle a su mamá “El Puma” empezó a lustrar zapatos en la calle, lo cual aprendió viendo a otros muchachos, también cargaba bolsas del mercado, hizo su propia carretilla, para cargar los productos, con unos patines.
“Hice el mío con patines y repartía como Uber ahora”, dijo entre risas quien en ese momento vivía de las propinas, ya que no había sueldos.
Actualmente de cariño sus seres cercanos le dicen “El Puma”, no tanto por su nombre y este apodo surgió por una canción de Sandro que decía “éste es mi amigo el puma”.
“Ese apodo nunca se me quitó, la gente que estaba conmigo querían quitármelo, pero me trae buena suerte, es mágico”, comentó.
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