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aridiana.banos@eluniversal.com.mx
Hace algunos días, la actriz Rebecca Jones subió a su cuenta de Instagram una foto muy significativa para ella, donde muestra un antes y un después de sí misma, después de su lucha contra el cáncer de ovario.
“Pongo fotos de hoy hace un año de cómo estaba, porque por estas fechas estaba en quimioterapia, completamente pelona, sin cejas y sin pestañas. Subir esas fotos ha sido inspirador para la gente, porque ven que estoy acá, que estoy bien”.
Con 180 mil seguidores, Rebecca Jones comparte su vida diaria tanto dentro como fuera del foro, pero la gente le manifiesta su cariño y admiración por ser una guerrera frente a su enfermedad en muchos de los comentarios.
“Me da mucho gusto poder ayudar. Empecé en Instagram justo cuando terminé la última quimioterapia, en julio o agosto, comencé hacerme fotos pelona porque hasta entonces no habían sabido de mí, y lo hice con la intención de que la gente se diera cuenta que el cáncer no siempre es mortal, que la actitud positiva no viene de sonreír mucho o echarle ganas, sino de decir, ya me dio esta enfermedad pero no me voy a morir, voy a luchar, la cosa es no verlo como un castigo”.
Jones explicó que volver al trabajo no fue tan sencillo, porque hay veces que ha tenido que grabar con dolor, porque sigue con un tratamiento de inmunoterapia que recibe una vez al mes y tiene efectos secundarios, como dolor de huesos.
“Afortunadamente Dios me dio una energía brutal, estoy muy sana, me estoy cuidando mucho, todavía me faltan algunas aplicaciones pero así me he estado echando la novela, pero estoy bien, sintiéndome bendecida por regresar a trabajar”.
Aunque los doctores le dijeron que era muy pronto volver a trabajar, ella decidió hacer Doña Flor y sus dos maridos.
Feliz haciendo comedia. Rebecca Jones aseguró que está muy contenta de haber regresado a la tv con un proyecto como Doña Flor y sus dos maridos, primero por el gran equipo con el que se encontró y segundo porque es una comedia, un género que ha tenido pocas oportunidades de abordar de lleno.
Una de las cosas que agradece, es la libertad que le ha dado el director Benjamín Cann para dar forma a su personaje Margarita Canul.
“Yo no tengo nada que ver con Margarita, en el sentido de sus reacciones, pero le imprimió lo que puedo como Rebecca que es esta cosa fuerte, controladora, pero al mismo tiempo es muy simpática, me divierto mucho haciéndola”.
Sobre la forma en que Margarita trata a sus hijas Flor (Ana Serradilla) y Rosalía (Ximena Ayala), de una forma estricta y poco cariñosa, pero todo lo contrario con su hijo mayor Aureliano (Ianis Guerrero), Jones explicó que su personaje es sólo el reflejo de muchas mujeres en nuestro país, como su abuela que era muy rígida con sus nietos.
Rebecca admite que este proyecto ha sido todo un reto, pero muy gozoso porque no es fácil hacer comedia, pero eso lo que lo hace interesante para ella.
Además de esta telenovela Rebecca Jones tiene ya un proyecto de teatro con el productor Ruben Lara llamado Shirley Valentine, una comedia donde interpreta a una ama de casa que emprende un viaje a Grecia que resulta liberador.
“Estoy agradecida con Dios, de haber salido de una enfermedad terrible. Estoy contenta porque ya tengo otra cosa y a seguirle a la vida”, dijo.