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aridiana.banos@eluniversal.com.mx
Rodrigo Murray voltea hacia Mayrin Villanueva y dice: “Es muy fácil enamorarse de Eduardo Santamarina, ¿o no Mayrin?”
Ella responde afirmativamente con una sonrisa nerviosa.
Este comentario no surgió de la nada sino por la convivencia que han tenido en los últimos dos meses debido a los ensayos de la obra "La verdad", donde participan Rodrigo, Mayrin, Eduardo y Gabriela Za. Es un proyecto que junta por tercera ocasión en el teatro al matrimonio Santamarina-Villanueva.
“Aquí es mi amante. Que salga de mi esposo ya no es tan divertido, mejor que sea mi amante”, señala Mayrin. “Es padre trabajar juntos cuando la relación está bien, porque de no ser así es un infierno. Nos hemos enterado de compañeros que son pareja y nada más oyes los portazos y sombrerazos”, comenta Eduardo.
Pero su compañero de escena, Rodrigo Murray, asegura que hasta el momento no se ha sentido la dinámica de matrimonio en los ensayos porque esta pareja sabe dividir el trabajo de su relación. Y si tienen problemas, no los llevan al teatro.
“Somos profesionales, Rodrigo y Gabriela no tendrían por qué enterarse, tampoco el director, el público mismo, porque eso se nota y tu trabajo ya no rinde igual, entonces siempre debe haber un respeto, tratamos de ser conscientes”, dijo Eduardo.
Para el matrimonio, estrenar La verdad fue una buena manera de festejar nueve años de matrimonio y 11 de relación.
Los ensayos han sido para este elenco no sólo un constante aprendizaje, también el espacio donde se está forjando una amistad.
“Conocer a alguien en el teatro establece una serie de vínculos que son para toda la vida, es como una familia súper disfuncional pero al final una familia”, dice Murray.
Mayrin comenta que no es que en los foros de televisión no se dé sino que la dinámica es distinta. “Sí te puedes encontrar gente muy linda, a mí me pasó y llegamos a casarnos y ahora hasta tenemos una hija”.
El responsable de haberlos juntado en teatro fue el director Benjamín Cann, con quien cada uno tiene una historia laboral.
“El ambiente que él ha generado ha hecho que nos volvamos muy cómplices”, declara Gabriela Za.
Felices los cuatro. Alicia y Miguel tienen una aventura. Laura, la esposa de Miguel, le ha estado haciendo preguntas incómodas. Pablo, el esposo de Alicia, es el mejor amigo de Miguel. Así es la historia de la obra La verdad, que estrena el 28 de septiembre en el Teatro Julio Prieto.
“Todos los seres humanos de alguna manera decimos verdad y mentira, así es como funcionamos y nos mantiene vivos”, dice Santamarina.
Gabriela Za, quien además de actuar compró los derechos de la obra, explica que se trata de una comedia profunda, donde cada uno de los personajes se encuentra en la búsqueda de la felicidad y llenar los vacíos que tienen. “No sólo van armando esas verdades a medias para relacionarse con el otro sino también se preguntan si realmente quieren que el otro les cuente la verdad. Se preguntan si son felices cuando les dice una buena mentira, porque va a doler cuando sea descubierta”.
Rodrigo Murray explica que uno de los aciertos en el texto del dramaturgo francés Florian Zeller es el manejo de la comedia, donde deja de lado el pastelazo y apela a la reflexión.
“La comedia está resuelta espléndidamente por el director Benjamín Cann y en efecto es una comedia que invita a reír con reflexión. Considero que la inteligencia radica en cómo utiliza el lenguaje, cuáles son las pausas exactas, el personaje está constantemente pensando en ocultar la verdad, no en mentir”, dice Murray.